Parásitos
Parásitos. Sin más. Esta es la Cataluña que algunos quieren.
El PSC siempre pierde
Entre unos y otros, el PSC está en su peor momento. Pierde militantes por soberanista y por poco soberanista. Da la sensación de que no es que no haya federalistas en España, ni en Cataluña, obviamente, sino que no los hay ni en las bases del PSC. Lejos del gran ayuntamiento socialista, de la Generalidad y de la Moncloa, se auguran años duros para los de Pere Navarro. Superados por ERC en el Parlamento autonómico, tendrán un gran dilema cuando las encuestas sitúen a Ciudadanos por encima de los socialistas en intención de voto. A perro flaco todo son pulgas (o escisiones maragallianas). Es momento de elegir. Los partidos políticos individualmente no son el reflejo de la sociedad, sino que lo son en su conjunto. Querer ser el partido que más se parece a Cataluña es ser eso, insignificante. Cataluña está representada en la Carrera de San Jerónimo y en el Parque de la Ciudadela, pero no en la calle Nicaragua.
‘De cómo un cronista puede volverse idiota’
¬ Xavier Pericay, gentileza de Francisco Fuster [para leer ampliado, aquí]
Los catalanes
Cuando insultan a “los catalanes”, me insultan a mí; exactamente igual que cuando insultan a “los españoles”, también me lo hacen a mí. Antonio Robles, a propósito del tuit de Juan Carlos Gafo, escribe unas líneas recordando y explicando (para los de Cataluña y para los del resto de España) que no es lo mismo catalán que nacionalista, como no lo era español y franquista:
‘[…] Los gafos de turno han de aprender la lección: los nacionalistas no son Cataluña, sólo una parte de ella, los catalanistas no son los catalanes, sólo una parte de ellos. Por consiguiente, cuando alguien quiera despotricar contra los carlistas, que no lo haga contra los catalanes, sino contra los carlistas catalanes.
Un verano, trabajando de plongeur (fregaplatos) en los lejanos tiempos de la dictadura como estudiante de bachillerato en Francia, el jefe de cocina me espetó: “Los franquistas nunca entraréis en Europa”. Me irritó sobremanera que una persona adulta no diferenciara españoles de franquistas. Pues eso’.
Parece sencillo. Y lo es. Para otro día, esos titulares que empiezan por ‘Cataluña pide…’ o ‘España reclama…’, cuando se refieren a los gobiernos o presidentes.
Un andaluz
Pitos al himno, no, pero… ¿cortes de manga, sí?
por Andreu Caballero
Hasta en siete ocasiones en poco más de dos minutos, el consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalidad, Francesc Homs, ha asegurado este martes que su consejo y su recomendación es no silbar a un himno, “sea del país que sea”.
Homs ha hecho estas declaraciones en relación a la polémica generada por la pitada que una parte del público asistente a la inauguración de los Campeonatos Mundiales de Natación en el Palau Sant Jordi de Barcelona dedicó al himno nacional el viernes pasado. Los insultos con los que respondió el director adjunto de la Oficina del Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, Juan Carlos Gafo, le costaron el cargo.
Sin embargo, el dirigente nacionalista parece tener una preocupante falta de memoria, o simplemente asume el famoso dicho del ‘haz lo que digo, no lo que hago’. Según recogió la periodista Neus Tomàs en El Periódico el 2 de junio de 2009, durante la final de la Copa del Rey de ese mismo año (disputada en Valencia entre el F.C. Barcelona y el Athletic de Bilbao), el entonces diputado autonómico de CiU ‘homenajeó al himno [nacional de España] con un corte de mangas’.
Espriu
Salvador Espriu, olvidado y manipulado.
Pasó
Estamos saliendo de la crisis… desde 2008.
CDC ‘reconoce’ que el ‘derecho a decidir’ es un invento
Ir al límite con los eufemismos -como ocurre en Cataluña- tiene estas cosas. Resulta que en Convergència han decidido conocer la opinión de los militantes en el tema de la deriva secesionista que encabeza a ojos cerrados Artur Mas. Uno diría que estas cosas deberían saberla las direcciones locales, que a su vez transmitirían su opinión (o votación) a la cúpula del partido, sin necesidad de encuestas/consultas. Pero es la moda y la distancia entre clase y realidad. Sin embargo, en la pregunta que han enviado -siempre según Ara, diario del que no dudo en absoluto- sobre esta cuestión traumática se desliza un error de bulto. El que redactó el texto es un aficionado, desde luego. Exactamente dice esto (en catalán, obvio): ‘Si el Estado español ofrece un reparto de los impuestos más justo y cede soberanía fiscal, ¿te parecería bien que se parase el proceso independentista?’. El proceso independentista. ¡Por Dios, todo un lema como el del derecho a decidir tirado por los suelos y pisoteado por convergentes! Por no decir derecho a la autodeterminación, en el que no cabe Cataluña, por suerte (pues solo pueden recurrir a él las colonias o los territorios militarizados), nuestros nacionalistas se inventan algo como lo del derecho a decidir (precisamente los que no dejan decidir, por ejemplo, en las escuelas, ¿o sí?) para ocultar que, en realidad, lo que se quiere es la secesión. Bien. Sin eufemismos, mucho mejor. ¿No habíamos quedado que la cosa era poder decidir? Ya que quieren que mis primos y yo seamos extranjeros entre nosotros teniendo hasta hoy el mismo DNI, que al menos no nos tomen el pelo. Ni se lo tomen a Unió.
El concierto de Lluís
‘[…] Meses antes del concierto, fui invitado a participar, pero en mi agenda ya estaba cerrada esa fecha. Sin embargo, mis preguntas fueron: si lo organiza la siniestra Òmniun Cultural, si se venden 90.000 entradas, si los músicos no cobramos nada y emiten el concierto en una tv pública que pagan los ciudadanos de Cataluña, sean nacionalistas o no. Si todos los artistas cantan una canción del mismo autor, ¿qué pasa con los derechos de autor y de emisión? ¿Quién los cobra? ¿Los cede el autor a la causa de la libertad? ¿Le pagan la jubilación? ¿No se había jubilado ya anteriormente? Si es así el enunciado del concierto, ¿no debería haber sido otro, por ejemplo… un concert per a Lluís? […]’.
Contra la conspiranoia
¬ Fogonazos, vía Heterodoxias
El PSC, del no al sí, en quince minutos
El PSC ha protagonizado otro de esos días grandes de su historia. La secuencia ha sido esta, en el Parlamento autonómico, este jueves. Había que constituir una comisión sobre lo que los partidos nacionalistas llaman derecho a decidir. Núria de Gispert, que es presidenta de la Cámara autonómica, era la única candidata a presidir (además) la comisión. PP y Ciudadanos consideraban que el Reglamento no permite esta dualidad a los miembros de la Mesa. Así, tras votar que se votase la opinión del pleno al respecto sobre la interpretación del reglamento, el PSC ha defendido que era “un error” que De Gispert fuera la presidenta de la comisión. A la hora de votar, se han abstenido. Minutos después, ya en la comisión (y sin PP ni Ciudadanos), el PSC ha votado a favor (por asentimiento) de que De Gispert se convirtiese en la presidenta de la comisión. Los socialistas han pasado del no al sí, previo paso por la abstención activa, en menos de quince minutos. Creo que pueden hacerlo peor, pero no se me ocurre cómo.
Otra forma de decirlo…
Pasar lista. Como en los colegios. Las adhesiones inquebrantables…
Barricadas emocionales
‘[…] La mayoría de las personas no tienen las ideas que tienen porque realmente hayan dedicado mucho tiempo a meditar sobre ellas. A la mayoría de las ideas, la mayoría de la gente llega por casualidad: crees en esto o aquello por influencia de tu entorno. Porque es lo que ha creído siempre tu familia o todo lo contrario, porque justo a tu familia quieres llevarle la contraria. Porque te ha convencido tu novio. O tu mejor amiga. O el vecino que te encuentras cada día en la cola del pan. Se “cae” en muchas ideologías tan azarosamente como se nace de una u otra raza. Y eso es así en plena democracia en muchos países, con los mayores niveles de educación e información que la Humanidad ha conocido jamás, es decir, eso es así en sociedades enteras donde la gente es perfectamente libre de formar un criterio propio (a poco que ponga interés en ello). ¿Por qué? Porque para mucha gente, insisto, las ideas no son ideas sino salvoconductos emocionales. Vínculos con otras personas que piensan lo mismo. Lazos con la tribu. ¿Cuántos no son progres o budistas como otros son del Real Madrid o del Barça?
Antes de que empiecen a caer chuzos de punta: con esto no pretendo proclamar que todas las ideologías son banales. Ni mucho menos. Lo que me parece banal es la aproximación que a ellas hacen muchas, muchísimas personas. Suele haber una inquietante proporcionalidad entre la estridencia de un punto de vista y su superficialidad. Lo más radical tiende a ser, en la práctica, lo más efímero y epidérmico […]’.
Supuestos
‘Mi amigo Alberto San Juan -protagonista de la única película que me han dejado dirigir hasta el momento- dijo en cierta ocasión que él se consideraba progresista antes que español. No he escuchado jamás nada parecido en boca de los (supuestos) izquierdistas catalanes’.
“En el Congreso sería imposible hacer un acto de este tipo”
El Parlamento autonómico homenajea a Andreu Nin. En realidad es una conferencia a cargo de Pelai Pagès, buen profesor de la Universidad de Barcelona y hagiógrafo de Nin. Como cada día, al finalizar la tertulia de Els Matins (TV3) los participantes aprueban/suspenden, cada uno, a sus preferidos/odiados. Este lunes, Isabel Nadal, periodista del programa, se ha despachado con un aprobado a la Cámara autonómica por “el homenaje” a Nin, sobre todo, porque “en el Congreso sería imposible hacer un acto de este tipo, pongamos por caso a Dolores Ibárruri o a cualquier dirigente comunista. […] No me imagino a Posada y a Wert participando en un acto de este tipo en el Congreso”.
Así, a bote pronto, que uno se acuerde sin mucho esfuerzo: en 2006, el Congreso acogió un homenaje a los brigadistas internacionales. En 2003, también en la Cámara Baja, su presidenta -del PP- recordó a La Pasionaria en el homenaje que se rindió a los primeros congresistas tras la restauración democrática. Y en 2001 el alcalde popular de Huelva presidió la inauguración de una calle con el nombre de Dolores Ibárruri, acto al que asistió el secretario general del PCE.
Pero es que hace solo cuatro meses el mismo Posada fue el encargado de descubrir el busto de Niceto Alcalá-Zamora en el Congreso, que está bien visible al lado del de Manuel Azaña y el de Clara Campoamor. Como todo el mundo sabe, tres militantes del PP. En cualquier momento, un dicharachero de aquellos asegura que a la salida del Congreso sus señorías se comen a los niños… y nadie le rectifica. Y así todos los días. Por cierto, ¿dónde han dicho que colocan el busto de Nin en el Parlamento autonómico?
Los pies de Mas
Mas ha puesto el primer pie en la pared. Ya en 2012 hizo caso al canto de sirenas y a algunas encuestas internas que daban a CiU mayorías sólidas y absolutas. Adelantó las elecciones autonómicas. El resultado es el presente. Ahora, otras le dejan no ya fuera de la Generalidad sino superado por ERC. ¡Hasta ahí podríamos llegar! La parada no ha sido con el freno de mano para evitar perder a los que no llevan puesto el cinturón de seguridad. Sin embargo, lo que está por ver es cómo recupera CiU y Mas, o Mas y CiU -que en estos momentos son lo mismo-, a esos votantes que está perdiendo… por su radicalidad. Soy de los que cree que CiU no está perdiendo a los subidos al monte sino a los moderados. Los nacionalistas llevan más de dos años echando toda la madera posible en la caldera del barco. Frenar ahora puede suponer perder a los que están perdidos en montes sin nombre y pasando frío. Y, lo peor, no recuperar a los moderados. Veremos, a Mas todavía le queda otro pie, o lo utiliza para frenar del todo o para salir corriendo.
La dignidad turco-catalana
De noviembre de 2009 a junio de 2013. Tan lejos, tan cerca.
El triunfo de la propaganda
por Andreu Caballero
No cabe duda de que la propaganda del nacionalismo catalán tiene efectos demoledores. Basta con visionar la entrevista a una profesora catalana publicada este miércoles en El Periódico (vía ACN) para comprobarlo.
Según la protagonista del vídeo, el proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) “está atacando al catalán”, y le reprocha al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, (minuto 2:35) que “yo he estado estudiando bilingüe, catalán y castellano, y no he tenido problemas para tener una buena educación”.
El cacao mental de la pobre Berta Puig, que así se llama la maestra, es monumental. Si se hubiese leído cualquiera de los borradores de la LOMCE -bastaba con repasar los breves párrafos dedicados al régimen lingüístico- se habría dado cuenta de que lo que plantea el proyecto de ley es precisamente lo que le reprocha al ministro: que los alumnos de la educación pública en Cataluña puedan recibir educación bilingüe, con el catalán y el castellano como lenguas vehiculares.
Cuestión aparte es si la circunstancia de darle las gracias al ministro en catalán (“moltes gràcies”, en vez de “muchas gracias”) al recoger un diploma debe considerarse como un hecho noticiable, especialmente cuando Wert ha demostrado tener más que nociones de esta lengua.
Sus coordenadas
‘[…] Pobrecitos. De Messi a Invictus y de Invictus a Neymar. Esas son sus coordenadas. De la historia que deberían saber, nada saben. Les bastaría con haber leído a Gaziel, que era catalanista y, aun así, culto e inteligente. Estas palabras, por ejemplo, escritas hace 80 años: ‘Francia y España, París y Madrid, el Estado francés y el Estado español, son absoluta, instintiva y naturalmente solidarios ante ese problema del nacionalismo catalán, ante esa amenaza dirigida casi por igual contra ambos, porque tarde o temprano ha de interesar a los dos. La francofilia política del nacionalismo es, por lo tanto, un absurdo y una puerilidad’. Pero no hay nada que hacer. Ni leen, ni piensan. Sólo transpiran’.