Pregunta.- ¿La conferencia de presidentes autonómicos que se celebrará hoy será sólo una foto, como siempre, o algo más?

Respuesta.- Por primera vez va a tener un reglamento que la define como el más alto nivel político de coordinación entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas. Los presidentes autonómicos somos los representantes del Estado en nuestro territorio, y esa visión de Estado no la deberíamos perder nunca. Por eso no debería ser sólo una foto, y sería bueno aprovechar que también asisten los agentes sociales para consensuar medidas útiles que favorezcan el empleo, que es la máxima preocupación de los ciudadanos.

P.- ¿Castilla-La Mancha es una nación?

R.- Es una de las comunidades autónomas que forman España, tan importante como todas las demás.

P.- Vamos, que para usted el concepto nación no es cuestionable ni está cuestionado…

R.- El concepto de nación no es cuestionable ni está cuestionado, pero tiene una significación polisémica sobre la que se puede discutir, y de hecho se discute. España es una nación y negar esa realidad es absurdo. España es un espacio de igualdad para la solidaridad y no hay ningún español que valga más que otro, aunque haya una tendencia de los nacionalistas y los separatistas a decir que primero quieren ser una nación y después reclamar un Estado para esa nación independiente. Jugar con eso no es bueno.

P.- Pues eso dígaselo a los catalanes, que están sometiendo a una fuerte presión al Constitucional por el Estatut. ¿Este asunto se puede llevar al Alto Tribunal por delante?

R.- Todos estamos obligados a cumplir y hacer cumplir la Constitución, y en ella hay previsto un Tribunal Constitucional, cuyas sentencias hay que acatar nos gusten o no. Sin embargo, el ejemplo que está dando el TC, por su desidia, el espectáculo de recusaciones, etcétera, no es un ejemplo edificante. Se debería terminar esta situación cuanto antes.

P.- ¿Esto le resta legitimidad?

R.- Este espectáculo le está restando credibilidad y, para algunos, también legitimidad. Para evitar lo que está ocurriendo con el Estatut, deberíamos replantearnos seriamente el recurso previo de inconstitucionalidad.

P.- Pues ya sabe que a quienes opinan como usted los nacionalistas les llaman nacionalistas españoles.

R.- Yo soy constitucionalista español. Y punto.

P.- ¿Montilla ha pasado de ser un charnego, según le definió Jordi Sevilla, a ser nacionalista?

R.- Él se define como catalanista, y no nos debe sorprender. Es un socialista cuya biografía le hace ser charnego, como tantos paisanos que se fueron a Barcelona en los años 60 o 70. Pero son tan españoles como el que más. Yo creo que Montilla es un charnego catalanista.

P.- Hablando de estatutos, ¿qué va a pasar con el de Castilla-La Mancha? Aunque finalmente hayan retirado la caducidad del trasvase, no parece que el PP lo vaya a apoyar.

R.- No encuentro ninguna razón para que no salga adelante. Hemos hecho un cambio en la propuesta original, porque citar la fecha de caducidad del trasvase Tajo-Segura era visto como una agresión en otras partes de España, e incluso podía tener difícil encaje constitucional. En la nueva redacción se recoge la reserva estratégica para garantizar las necesidades presentes y futuras de agua de 6.000 hectómetros cúbicos. Si eso se aprobó en Aragón y el PP lo suscribió, ¿por qué no en Castilla-La Mancha? Sólo desde el oportunismo político se entendería que el PP lo bloquee. Ésta es una buena oportunidad para que la secretaria general de los populares haga algo útil para su comunidad.

P.- ¿Me está diciendo que hay una disfunción entre De Cospedal y Sáenz de Santamaría?

R.- No lo sé y no quiero chinchar. Las peleas internas en el PP por este asunto, y al parecer las hay, son cosas de ellos.

P.- ¿De Cospedal es una difícil adversaria para usted? Porque en el PP están convencidos de que le va a ganar las próximas elecciones…

R.- Yo nunca minusvaloraría a nadie, pero creo que objetivamente no se ocupa de Castilla-La Mancha. Ella misma dijo que le dedicaba apenas dos días a la semana, y así es muy difícil ganarse el apoyo de los electores. La veo más en Génova que en el Palacio de Fuensalida.

P.- Hablando de elecciones, ¿la estrella de Zapatero se apaga? Todas las encuestas le dan al PP una ventaja de, al menos, cinco puntos.

R.- Una estrella es un astro que tiene luz propia, y creo que Zapatero tiene luz propia. Es cierto que esta legislatura ha coincidido con una crisis económica de un calado extraordinario y eso desgasta a cualquier líder. Además, ha habido un despliegue del PP contra su figura verdaderamente espectacular. Hay que remontarse a la animadversión que la derecha generó contra Azaña para encontrar un acoso tan sistemático, permanente, y tan inmisericorde contra un socialista. Pero quedan todavía dos años y pico para las elecciones generales, y eso es una eternidad.

P.- Salvo que el presidente adelante las elecciones…

R.- No lo creo. Hoy por hoy no hay motivos.

P.- ¿Su partido tiene alternativa si Zapatero no se presentara? ¿Usted, por ejemplo, tal como han señalado algunos periódicos, o tal vez Patxi López?

R.- Yo ni me lo planteo remotamente. No está en mi escala de planteamientos vitales ni políticos aspirar a suceder a Zapatero. En cuanto a Patxi López, está consiguiendo lo impensable, llevar la normalidad a Euskadi. Lo importante de un partido como el nuestro es que hay muchos dirigentes que tienen talla para ser presidentes del Gobierno. Zapatero no es insustituible, y cuando llegue el caso haremos un ejercicio de democracia interna, de participación y decisión colectiva para buscarle sucesor. Lo que no va a funcionar es el dedazo, como no ha funcionado con Rajoy en el PP. Y a las pruebas me remito. No hay día en que los suyos no cuestionen su liderazgo. Eso en el PSOE no se puede dar.

P.- ¿El presidente debería hacer una amplia remodelación de forma inminente para dar impulso a un Gobierno que aparece cada día más desgastado y descoordinado?

R.- Ahora va a empezar un tiempo importante para España, que es el semestre europeo, pero es indudable que una vez terminado el mismo se abrirá una coyuntura excelente para que el presidente del Gobierno tome algunas decisiones.

P.- Da la sensación de que el presidente del Gobierno está acorralado por la debilidad de nuestra diplomacia. ¿Es tolerable que Marruecos amenace a España con mandarnos inmigrantes ilegales y terroristas si no hacemos lo que quieren en el caso Haidar?

R.- Esas insinuaciones más o menos veladas de Marruecos de abrir el grifo a la inmigración ilegal no son de recibo. Es cierto que no debemos satanizar a Marruecos, que en el Magreb y en África juega un papel muy importante de contención de los fundamentalismos y de movimientos terroristas. Pero eso no debería servir de coartada a Marruecos para presionar a nadie. No puede pretender pasar factura a España por ese comportamiento cuando presumen de demócratas. Por lo demás, pretender que una mujer, por muy testaruda que sea, por muy fanatizada que esté, pueda poner en peligro o chantajear a dos estados como el español y el marroquí es una barbaridad.

P.- ¿Culpa a Haidar de chantajear a los dos países?

R.- No. Digo que cuando se contrapone la fragilidad de una mujer en silla de ruedas que está dispuesta a morir por defender su causa con la potencia de dos estados, la tendencia natural de cualquier ciudadano es ponerse al lado de la fragilidad de la mujer, eso es lógico. Aquí ha habido una serie de acontecimientos desdichados que han conducido a una situación que se debería haber evitado.

P.- ¿No dejándola entrar en España, por ejemplo?

R.- No conozco los pormenores, y no me gusta opinar a la ligera. Lo que sí estoy viendo es la consecuencia de todo este comportamiento. Y la posición de Haidar y de Marruecos no es razonable.

P.- Otra patata caliente es el secuestro de los cooperantes en Mauritania. ¿El Gobierno puede ceder al chantaje de Al Qaeda si pide que nuestros presos salafistas salgan de la cárcel?

R.- Al Gobierno de España, gobierne quien gobierne, en temas de terrorismo hay que apoyarle siempre, incluso, como dijo con acierto Felipe González, cuando se equivoca. Se debe hacer lo que el Gobierno de España determine que haya que hacer para que los cooperantes vuelvan a casa sanos y salvos.

P.- Y por si fuera poco, Gibraltar deteniendo a guardias civiles y Rubalcaba pidiendo perdón. ¿Gibraltar español?

R.- Que Gibraltar es español está fuera de toda duda. Lo que ocurre es que hay una especie de realismo práctico por parte de este Gobierno y de todos los anteriores. La consecuencia de la intervención de Rubalcaba fue que los guardias civiles volvieron a territorio español y no pasó nada. Lo que no se puede es gobernar con exceso de testosterona como si fuéramos pistoleros en el oeste dispuestos a desenfundar permanentemente. Decir que ahora nos tose hasta Gibraltar, como ha dicho un dirigente del PP, puede quedar más o menos ingenioso, pero es muy inconveniente y falso.

P.- ¿A usted le ofende que haya crucifijos en las escuelas?

R.- No me ofende que haya crucifijos en las aulas, y tengo claro que los colegios que tienen un ideario religioso, tanto privados como concertados, están amparados por la libertad que les permite la Constitución, es lógico que tengan su crucifijo. Me parece que esta polémica no tiene sentido y no deberíamos tensionar la convivencia con estas cosas.

P.- ¿Le parece correcta la nueva Ley del Aborto y la regulación sobre las menores?

R.- Fui de los primeros en reclamar que los padres estuvieran informados, y por tanto me alegra que ese aspecto se haya incorporado en el trámite parlamentario.

P.- Cambiando de asunto. ¿No le resulta sospechoso que con cuatro millones de parados los sindicatos hayan salido a la calle contra los empresarios y no contra las políticas del Gobierno?

R.- Lo que plantean los sindicatos es que el origen de la crisis no está en los trabajadores, y en eso tienen razón. Además, están en su derecho de salir a la calle, y reivindicar sus derechos. No creo que la manifestación haya sido en contra de los empresarios. Está claro que nuestro gran problema es el paro, y si no fuera por la red de protección que hay en España, con la cifra de parados que tenemos la situación social sería de efervescencia, muy conflictiva.

P.- Admita que la convocatoria es inoportuna, cuando se ha reanudado el diálogo social, que parece el bálsamo que todo lo cura.

R.- El diálogo social no es la panacea universal, no es el bálsamo que todo lo cura, pero es una pomada muy importante para evitar fricciones, roces innecesarios, y para facilitar los acuerdos consensuados.

P.- Por último, dígame. ¿Su talón de Aquiles es Caja Castilla-La Mancha?

R.- Ha sido una de mis preocupaciones en los últimos tiempos, pero creo que la solución está muy bien encauzada. Va a ser beneficiosa para los intereses de la región, garantiza el empleo de los trabajadores de la Caja y la seguridad de los impositores. La responsabilidad de los gestores se va a determinar claramente desde el punto de vista administrativo y el Banco de España ya ha dicho que no ve nada de carácter penal.