El cambio en el PP catalán después de que Alicia Sánchez-Camacho sustituyera en la presidencia a Daniel Sirera se ha notado sobre todo en que ahora parece haber en el partido una menor preocupación por el asunto lingüístico. El último ejemplo es que los populares no acudirán a la concentración de hoy, convocada por Ciutadans, para protestar porque la Generalitat «incumple» las resoluciones del Tribunal Supremo sobre la presencia del castellano en las escuelas y, en consecuencia, pedir la dimisión del president José Montilla.

Tras la época de Josep Piqué, que dejó la presidencia del PP catalán en julio de 2007 por desavenencias con la dirección nacional, Sirera intentó poner la defensa de las «libertades lingüísticas» de los ciudadanos en las primeras páginas de la agenda política del partido. Lo hizo con múltiples campañas e iniciativas parlamentarias, y coincidió en el tiempo con la oposición más dura de los populares a varios preceptos del Estatut.

Pero llegó la derrota electoral de Mariano Rajoy, y la salida de la vida pública de dirigentes como Angel Acebes o Eduarzo Zaplana. En Cataluña, después de un tumultuoso congreso, Sánchez-Camacho relevó a Sirera con el apoyo de Alberto Fernández Díaz. Y todo apunta a que la nueva presidenta se ha replanteado el ardor guerrero que imprimía Sirera a la batalla lingüística que se libra en Cataluña sobre todo después de que Ciutadans consiguiera representación en el Parlament. Fue muy comentado el hecho de que Sánchez-Camacho no firmara el Manifiesto por la lengua común.

Dolors Montserrat, que sustituyó en la portavocía parlamentaria a Carina Mejías, contribuyó a aumentar esa sensación cuando se mostró partidaria hace unos días de usar el catalán en el Congreso y en el Parlamento Europeo. «Es evidente que la nueva dirección no tiene ningún interés en reivindicar los temas de lengua», apunta un miembro del partido. Quizás para acercarse a otras formaciones, como Unió Democràtica.

El PP sí apoyó una manifestación en septiembre de 2008, también a favor de una enseñanza bilingüe y también organizada por Ciutadans, que acabó llenando la plaza de Sant Jaume. Hoy, casi a la misma hora de la concentración, Sánchez-Camacho ha organizado un acto para presentar sus propuestas contra la crisis y ha pedido a los más destacados militantes del partido que acudan.

Fuentes oficiales del PP niegan cambios en esos planteamientos y justifican su ausencia en la manifestación de hoy: «Somos partidos distintos. Nosotros no nos hemos movido, pero no hay que demostrarlo cada semana».

Además, se quejan de que Ciutadans no ha cumplido con lo que les prometió tras aquella manifestación del 28 de septiembre: que, en adelante, se consultarían cualquier iniciativa de esta índole y que se estudiaría una convocatoria conjunta de los actos.«Pero eso no les interesa, quieren hacer ver que son los únicos que se mueven por el tema lingüístico, y no es cierto», apuntan las mismas fuentes.