Viernes, 7 de noviembre de 2008. Año: XVIII. Numero: 6899.
CATALUNYA
 
POLITICA LINGÜISTICA
Un enfermero estudia denunciar a Salut por apartarle al carecer del nivel C
XIANA SICCARDI

BARCELONA.- Angel H.G. es un enfermero del Hospital Vall d'Hebron que optó por presentarse a la convocatoria de una plaza interna de enfermero en la unidad de Urgencias de Traumatología y Rehabilitación de este centro médico. Nacido en Almería, hace más de 20 años que trabaja en Cataluña. Llegó de Andalucía por traslado, pero ahora le han denegado la plaza como enfermero en la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales que solicitaba dentro de la administración pública, a la que ya pertenecía. El motivo es que carece del nivel C de catalán.

Ello le ha llevado a una cruzada con el Departamento de Salut.Ha enviado un recurso de alzada ante la conselleria de Marina Geli, en el que critica la interpretación que el hospital ha argumentado para tumbar la posibilidad de cambio de unidad. En el documento, Angel H.G. dice que el decreto 161/2002 del 11 de junio, por el que se regula la «evaluación y certificación de conocimientos del catalán», en la que se exige el nivel C, «se refiere únicamente a las personas que quieran acceder a la plaza fija dentro de la administración, y no a las que, como yo, queremos realizar un movimiento interno dentro de la misma».

El enfermero, perteneciente al partido político Unión Progreso y Democracia (UPyD), considera que el gobierno catalán «está realizando una criba, un proceso excluyente, para eliminar de las convocatorias a las personas que no tienen el nivel C que, por ejemplo, han llegado a Cataluña hace años por un traslado».Criticó, también, que para ser enfermero se exija conocimiento de la lengua catalana «como requisito y no como mérito, como sucede con los médicos».

En una carta, el Hospital Vall d'Hebron asegura que su actuación «no fue arbitraria» al eliminarle de opción a la plaza, «sino plenamente reglada y pautada por la normativa vigente». Sólo ofrece una posibilidad: la de «realizar una prueba de nivel para acreditar las habilidades lingüísticas exigidas, extremo que pueden comprobar, si corresponde, las personas que se han presentado a la convocatoria».

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