Mucho más que una placa antigua
“Lo que desde ahora es necesario es que Cataluña se prepare para una batalla fuerte, muy decidida, arriesgada si es necesario, para defendernos de la voluntad de España de atacar la identidad y el autogobierno catalán” (Jordi Pujol, ex presidente de la Generalidad de Cataluña)
‘España ha declarado oficialmente la guerra a Cataluña y a partir de ahora los combates serán directos, feroces y diarios’ (Víctor Alexandre, periodista y escritor, a través de un artículo en El singular Digital donde la definió como una guerra ‘perversa’ porque ‘se disfraza de paz para acabar definitivamente con la nación catalana, con su cultura y con su lengua’; 2 de abril de 2013)
“Cuando se gire la tortilla, quien no sea independentista será un traidor” (Joel Joan, actor, impulsor de la plataforma Sobirania i Progrés -una de las organizadoras de los referendos secesionistas extraoficiales- y ex presidente fundador de la Academia del Cine Catalán, subvencionada ese mismo mes por la Generalidad con 625.000 euros; 15 de septiembre de 2010)
“Si finalmente se ponen muy pesados, llamaremos a Europa y bombardearán Madrid” (Josep Barba, promotor de Solidaritat Catalana per la Independència -partido fundado por Joan Laporta, Alfons López Tena y Uriel Bertran- en Molins de Rey, en el acto de presentación de su formación en dicha localidad barcelonesa; 6 de agosto de 2010).
Después de haber leído, desde hace tiempo, las manifestaciones de ciertos líderes nacionalistas catalanes, deberíamos tener claro que el sector más radical del secesionismo se cree en guerra contra el resto de españoles y que utilizarán todos los medios a su alcance para lograr su objetivo. El ‘ahora o nunca’, parece haberse convertido en su leitmotiv.
En esa guerra imaginada que no duden no tendrían empacho en acabar por convertir, si fuera necesario para sus intereses, en una confrontación civil real, de momento, se conforman sus soldados con pequeñas conquistas que les sirvan para situar sobre las cimas de las colinas arrebatadas al enemigo la enseña secesionista.
Situado como peón destacado en el ámbito municipal encontramos a la máxima autoridad de la capital de Cataluña. Sabemos de la categoría humana e intelectual del excelentísimo señor alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CDC). Su uso de la mentira permanentemente y de la hipocresía política -que le permite hoy poner al Ayuntamiento de Barcelona al servicio del proyecto secesionista en Cataluña y al día siguiente, estrechar la mano al Rey de España-; su complicidad necesaria en los casos de corrupción que afectan a su partido político -es actualmente el secretario general adjunto de la federación de Convergència i Unió-; su falta de transparencia en la gestión diaria; o, sus resoluciones que a menudo, como mínimo, bordean el delito de prevaricación -la ocupación de la plaza Cataluña para instalar una pista de hielo a la medida de la demanda de los comerciantes de la zona o el cubrir la emblemática estatua de Colón con los colores del Barça, son pruebas recientes de ello- son la constante de su acción de gobierno municipal.
Pero, como son los hechos más que las palabras las que deben servir para juzgar la actitud vital de cualquier persona, atengámonos a ellos en la última semana: Trias se ha destacado por anunciar que participará ‘en la cadena humana por la independencia’ y por mandar retirar la placa de la Constitución que desde 1840 estaba instalada en la fachada del consistorio barcelonés.
Los trabajadores y ciudadanos de Barcelona no tenemos un alcalde para todos, sino uno que lo es solo de los nacionalistas y, además, participa activamente de sus acciones discriminatorias e irrespetuosas para todos aquellos que no piensan como él. Retirar la citada placa es una más de las cimas conquistadas sin apenas oposición. ¿No creen los poderes del Estado ha llegado el momento de decir basta, de poner obstáculos a este paseo militar, de mantener lo que aún quede y reconquistar lo que sea recuperable?
En fin, mientras algunos no entiendan que es imposible hacer una tortilla sin romper huevos, continuaremos con esta parodia de alcalde que, como tantos otros por estos lares, contribuyen con su granito de arena a preparar el camino para el terror. Para aquellos despistados que no suelen leer los periódicos, no escuchan la radio ni la televisión, acompaño para su información el siguiente enlace en el que alguien, concienzudamente, ha recogido las ‘frases célebres’ de estos fanáticos catalibanes en el poder. Parece mentira que cada una de esas provocaciones no haya tenido la respuesta adecuada.
¿Es que alguien sensato puede dudar de que detrás de la retirada de la placa mencionada se esconden los de siempre, por los falsos motivos recurrentemente esgrimidos y con el objetivo, en el punto permanente de mira, de practicar una genocida limpieza de todo lo que recuerde a lo español? ¿Continuarán estos matones sin alma, sin ética y sin escrúpulos, por mucho tiempo, sin una oposición real?
¡Hago un llamamiento a la autodefensa activa de los barceloneses, antes de que sea demasiado tarde y nos hayan aplastado definitivamente! Sí, no hay otra salida, porque en Madrid parecen haberse olvidado de nosotros dejándonos a nuestra suerte, desamparados y solos.
Llegará el día que los que braman por la independencia, gritaran por la unión. Al tiempo.