Opinión
La clase obrera se desangra
‘España acaba de traspasar su récord del llamado índice de miseria (desempleo + inflación) desde marzo de 1993, un 28,1%, una cifra que dobla la media europea y triplica la de los EEUU’.
Este año se ha producido una noticia que cierra una época por su carácter simbólico, la de las relaciones laborales contenidas en el pacto social. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) no ha publicado, por primera vez desde 1926, la correspondiente lista anual de países donde se producen los casos más flagrantes de incumplimiento de los derechos sindicales y de los trabajadores. Fue en aquel año cuando la OIT creó la Comisión de Expertos, un comité compuesto por juristas y técnicos independientes cuya tarea iba a consistir en evaluar las memorias presentadas por cada uno de los países.
La Conferencia Internacional del Trabajo, en la que se determinan las líneas programáticas esenciales de la OIT y que se celebra cada año en Ginebra, ha visto como su 101º edición no ha podido refrendar la publicación de la citada lista. La causa, el sabotaje por parte de la Organización Internacional de Empleadores (OIE), la plataforma de representación patronal, que ha impedido, entre otras cosas, la investigación del grave empeoramiento de las condiciones laborales en Grecia y en España.
No habían pasado ni un par de meses cuando Mario Draghi, actual presidente del Banco Central Europeo (BCE), con un tétrico historial en la gestión pública y privada a sus espaldas (*), presentaba el último informe de este organismo con el santo y seña de la reducción sustancial de los salarios, según sus propias palabras. El derecho a la negociación colectiva y su fuerza vinculante, uno de los ocho convenios fundamentales firmados por la OIT, vuelve a ser el dique de contención contra el que cargan los tecnócratas paneuropeos, y se insiste en acorralar al trabajador en la propia empresa para poder cercenar su sueldo a gusto del patrono. Se derivan todo un séquito de propuestas amenazantes que giran sobre el abaratamiento del despido, la reducción del salario mínimo interprofesional (un congelado y misérrimo sueldo de 641 euros en España) y eliminar la interrelación entre los salarios y la inflación (el aumento salarial medio acordado este año en los convenios bordea el 1,7% mientras que la inflación tras la subida del IVA ha superado el 2,5% previsto). Amén de otras medidas previsibles, favorables al capital transnacional, como las privatizaciones y evitar el proteccionismo sobre determinados sectores.
Ni más ni menos que unos apéndices añadidos a la última reforma laboral decretada en el mes de marzo, el mayor atentado cometido contra el mundo del trabajo desde los tiempos del franquismo, una reforma cuyos primeros seis meses de andadura ya han sido evaluados. Concretamente, el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) ha elaborado un estudio basado en datos ofrecidos por organismos oficiales de la administración como el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y las estadísticas sociolaborales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Como podíamos esperar, dicho análisis es tan sólo el aperitivo de las peores expectativas que albergábamos y un breve adelanto que nos introduce en el infierno neoliberal del futuro próximo. Para empezar, vemos cómo el número de parados se ha incrementado en un 17,8% y los trabajadores ocupados han disminuido hasta un 4,8% en relación con el año pasado. Se han firmado menos contratos indefinidos, han disminuido un 5,8%, y las conversiones en indefinidos caen hasta un 14,3%. Además, observamos igualmente la caída de los contratos temporales, un 4,6%. Y, como remate, también aumenta el número de afectados por los despidos colectivos, un 45,4% entre marzo y junio de este año respecto al mismo periodo de 2011; por suspensión se incrementa un 58,2%, un 38,2% por reducción y un 15,2% por extinción.
Por otra parte, UGT denuncia que uno de los contratos creados por la reforma, una modalidad pensada para PYMEs de menos de 50 trabajadores y tenida por contrato indefinido de apoyo a los emprendedores, no figura como categoría específica y no cuenta con una casilla que recoja sus números concretos. Quedan velados, por lo pronto, aspectos concluyentes como si se acoge a bonificaciones o si está funcionando realmente en calidad de contrato temporal. De tal manera, las facilidades al fraude de ley que preveíamos con esta reforma se están ejemplificando, se resienten los derechos laborales y se contribuye a la gran merma de cotizaciones a la Seguridad Social.
La creación de puestos de trabajo ha quedado en nada, como ninguna reforma laboral ha conseguido crearlos (tampoco lo ha pretendido) hasta ahora. Las excusas de nuestro Ejecutivo y la insistencia del BCE se las ha llevado el viento, pero sí que han vuelto a quedar impresas las huellas de la apisonadora neoliberal, una impronta de precariedad y de derechos dilapidados, de heridas sociales sobre las que se sigue echando sal. Definitivamente, las rentas de capital han superado a las del trabajo tras la reconversión industrial y en el cénit del capitalismo financiero. Demasiado lo sabíamos.
Es en este punto donde nos topamos otra vez con esa fórmula venenosa que es la moneda única, imposible de devaluar por parte de los estados debido a su naturaleza comunitaria, que insta a bajar los salarios para abaratar los productos y estimular, de tal manera, las exportaciones. La situación económica, sin embargo, cada vez es más grave precisamente porque el desempleo, la depresión salarial y los recortes en el sector público han hundido la demanda interna y resulta imposible salir del bucle. La misma OIT ha insistido en ello después de darse a conocer el boletín del BCE, y también ha denunciado que las políticas de rebajas salariales se están transformando en un círculo vicioso que acaba por dinamitar el sector de la exportación. Es así, en efecto, dado que el BCE, brazo político de la banca privada (de la alemana especialmente) en el continente, prescribe estos ajustes a todos los países incluida la propia Alemania.
Este capital monopolista europeo exige tapar sus agujeros a costa de aumentar el grado de explotación directamente (arremetiendo contra el trabajo) e indirectamente (mediante políticas fiscales regresivas y privatizando el sector público). La lucha de clases entre los trabajadores y los patronos dentro de una misma nación vuelve a tener su equivalente en la dialéctica de estados cuando cada una de las naciones pugna por precarizar al máximo las condiciones de vida de sus ciudadanos. Fue el viejo maestro Marx quien mejor supo describir y preconizar este ejemplo de lógica perversa capitalista con rotundas afirmaciones como las siguientes:
‘Todos los métodos de producción de plusvalía favorecen la acumulación y todos los progresos de ésta se convierten, a su vez, en medios de desarrollo de aquellos métodos. De donde se sigue que, a medida que se acumula el capital, empeora la situación del obrero, cualquiera que sea su retribución, alta o baja. Esta suerte de ley determina una acumulación de miseria equivalente a la acumulación de capital. Lo que en un polo es acumulación de riqueza, es en el otro acumulación de miseria, de tormentos de trabajo, de esclavitud, despotismo, ignorancia y degradación’, Karl Marx, Tomo tercero de El Capital, 1894.
De todos modos, para quienes no confían en las organizaciones provenientes del trabajo, ni que sean tan reformistas y burguesas como la UGT y la OIT, voy a proporcionarles datos emanados directamente desde el capital, incluso sin intermediaciones políticas en este caso. Me refiero a una prueba de la pérdida de poder adquisitivo por parte de los españoles que ha podido constatar el sector de la distribución. En concreto, la multinacional británico-holandesa Unilever, dedicada a la alimentación, la limpieza y la cosmética, ya ha anunciado su decisión de reducir los packs de sus productos para hacerlos más asequibles a los consumidores de España y Portugal, dos de los países en los que esta empresa más ha notado el cambio de hábitos de consumo (un descenso de la media de la compra hasta los 17 euros en nuestro país). Mientras que, por su parte, el presidente del grupo francés Leclerc, otro gigante de la distribución, también se ha expresado en términos parecidos acerca del grave proceso de pauperización sufrido en el sur de Europa.
Así las cosas, en función de todo lo dicho y añadiendo unos Presupuestos Generales del Estado que abundan en los recortes, dejo el siguiente dato para el final: España acaba de traspasar su récord del llamado índice de miseria (desempleo + inflación) desde marzo de 1993, un 28,1%, una cifra que dobla la media europea y triplica la de los EEUU. La subida del IVA, otra de las medidas que nuestro presidente Mariano Rajoy había prometido desechar en un principio, ha supuesto el factor decisivo para que se produjera este fenómeno.
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(*) Mario Draghi fue Director General del Tesoro y Presidente del Comité de Privatizaciones en Italia (1991-2001), cargos que le permitieron privatizar las empresas más importantes del país transalpino, la petrolera ENI entre ellas. El grupo financiero Goldman Sachs fichó a Draghi como su vicepresidente europeo poco después de adquirir el patrimonio inmobiliario de ENI. Ocupando el cargo, se llevó a cabo el fraude en las finanzas griegas que ha conllevado la crisis de la zona euro que todavía padecemos en la actualidad.
Diego Vega es consultor laboral y miembro de Alternativa Ciudadana Progresista
Un excelente artículo que nos ayuda a comprender la situación, extremadamente grave, que pasa la clase obrera en España. ¿Hasta cuándo podremos aguantar?
“ni que sean tan reformistas y burguesas como la UGT y la OIT” , tiene pinta de moderado.
Sr. Vega, ya que cita Marx comentemos por ejemplo su teoria del valor, según la cual el valor de los bienes depende del tiempo que se ha trabajado para obtenerlo, por tanto el carbón de Asturias que es de mala calidad pero se necesitan muchas horas para conseguir extraer cierta cantidad seria más valioso que diamantes que se pudieran coger a ras de tierra.
Es engañar a la clase obrera para someterla más fácilmente en pasto de la ingeniería social que pretenden los comunistas. Me temo que una vez más será así.
Hay que ir al porqué de la represión del idioma español y la marginación de cuanto tenga que ver con España. En Cataluña hay un sistema racista so capa de democracia y hay que desenmascararlo y combatirlo:
LA INEXCUSABLE REFORMA DEL SISTEMA ELECTORAL
Si no hay una reacción pronta y contundente, la desaparición de nuestra Nación está servida al tirar cada poder localista para sí mediante procedimientos endogámicos y xenófobos hacia los que no son de la parroquia, y con desprecio y rechazo absoluto a todo el patrimonio común y a cuanto sea bueno y provechoso para todos los españoles.
El sistema autonómico genera desprecio, cuando no odio hacia el bien común nacional de España. Y nadie hace nada para poner freno a tanto desatino.
Hace falta una respuesta ciudadana para que los políticos dejen de explotar y manipular al pueblo llano, sufridor de tanto desbarajuste. Hay que exigir una reforma profunda que acabe con todos estos vicios. El pueblo español es en todas partes lo más homogéneo. Tratan de establecer diferencias entre las distintas partes los que en todas partes lo explotan.
Uno de los grandes problemas que tenemos, del que se derivan muchos de los demás, es el sistema electoral proporcional, por el que los grandes partidos de ámbito nacional necesitan a pequeños y minoritarios partidos localistas, pilotados por minorías separatistas que imponen el chantaje de la obtención de privilegios para su terruño, socavando el poder del gobierno de la Nación, a cambio del apoyo que éste necesita para gobernar. Los mencionados partidos localistas, que tienen una representación ridícula en el conjunto nacional, son los que tienen la sartén por el mango. Algo surrealista. De este modo España está gobernada por los que la odian y desean verla hundida, por los anti-españoles.
El sistema mayoritario (bien sea a una o a dos vueltas) es más justo, porque tiene la ventaja de que la opción más votada es la ganadora. No hay riesgos de que las minorías localistas, regionalistas o separatistas que trabajan contra la unidad nacional y chantajeen a la mayoría ganadora para que pueda gobernar. El sistema mayoritario es mucho más democrático y conduce a la estabilidad política.
Se necesita, según la opinión de los expertos del derecho y de la economía que son honestos y que aman a nuestra España, implantar un sistema de base mayoritaria para evitar el referido chantaje separatista y la desmembración de la Nación, pero ningún partido tiene, hasta el presente, la intención de cambiar el sistema electoral proporcional, en el que más que la voluntad del pueblo español, mandan los intereses partidistas y las representaciones minúsculas.
También se les podría exigir a los partidos que concurren a las elecciones del Congreso mínimo tanto por ciento del conjunto del voto nacional, un 10% no estaría mal.
En todo caso es inexcusable, por parte de los ciudadanos sometidos a esta arbitrariedad, exigir a los poderes del Estado un cambio en el sistema electoral para lograr una representación verdaderamente democrática, homologable a la que tienen los países que fueron punteros en el establecimiento de la democracia, como Francia, Gran Bretaña o los Estados Unidos.
Hay que acabar de una vez con la constante vuelta a los privilegios locales arcaicos y contrarios a la democracia e implantar de una vez por todas la igualdad, la libertad y la justicia para todos los españoles. No se puede tolerar que en cada región haya leyes y normas distintas, cuando sólo hay una soberanía, que es la que reside en el pueblo español, esto es un atentado contra la democracia( gobierno del pueblo) y contra el sentidos común.
No se trata de que gobierne este partido o el otro. Gobierne quien gobierne, mientra no se reforme el sistema electoral estaremos siempre en las mismas. Y España irá siendo cada día menos España hasta acabar fagocitada completamente por los enanos que ella misma ha creado.
¡Viva Lech Walesa!
Estamos viviendo años muy duros para la clase trabajadora. Muchas conquistas sociales de generaciones anteriores se están perdiendo o se han perdido. Cuando la Guerra Fría y el Telón de Acero el sistema capitalista tenía que mostrar un rostro humano sobre todo en Europa para frenar el avance del comunismo. También, aunque menos, en Estados Unidos.
Caído el Muro quedó el mundo a merced del capitalismo. Sólo interesa un tercio de la Humanidad, la que consume y tiene poder adquisitivo. Si ese tercio está en un continente u otro es indiferente para las grandes empresas y la gran banca que son los que realmente gobiernan y dirigen el mundo.
Por eso obligan a los gobiernos competir a la baja en salarios y protección social con los Países del Tercer Mundo. Y a eso y a la libre circulación de mercancías y capitales, que no de personas, le llaman globalización.
Pero lo más importante de todo: La globalización de los Derechos Sociales se está derribando pues están en retroceso en los países que habían empezado a disfrutarlos. Y para poder derribarlos es imprescindible acabar con la lucha sindical. En España, al igual que los Partidos Políticos, no son ningún modelo de entrega ni dedicación sino un pesebre más del que vivir, una plataforma desde la que dividir al trabajador o al ciudadano e incluso de someterlo. Además de sumarse a ideologías políticas perversas como es el nacionalismo.
Pero tanto Partidos Políticos como Sindicatos son imprescindibles y las palabras de Marx, que como no era Dios se equivocó, deben ser recordadas en aquello en lo que acertó. Todos los grandes investigadores, científicos, filósofos y demás sabios se han equivocado en algo. Eso no invalida para nada su aportación a la ciencia ni a la visión del mundo. El gran Aristóteles que en tantas cosas acertó y fue un genio, erró en su concepto del cuerpo humano, por ejemplo.
Lo que sí que es necesario es la regeneración de la vida política. Reducir el costosísimo, ineficaz y corrupto Estado de las Autonomías o suprimirlo, que entren personas honestas que sustituyan a los actuales líderes de la política y los sindicatos y que se reforme la Ley Electoral.
Tenemos políticos que llevan treinta años sin ejercer su oficio, si es que lo tienen, viviendo de la política y dedicados únicamente a ganar elecciones como sea. Yo diría que son la mayoría: Nos enfrentan, dividen y naturalmente GANAN.
El artículo es esclarecedor de dónde estamos y lo que nos espera.
Empiezo a pensar que cuanto peor es la situación más se aprovechan de ella los separatistas españoles ( pnv & ciu y bildu ) para alimentar la sin-razón de su ‘ electorado ‘ .
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Las llamadas al boicot ya hace estragos en muchas empresas catalanas, que están optando por “españolizar” su origen
J. Sacristán.- El revuelo que está generando la iniciativa independentista de CiU entre los empresarios catalanes es enorme. Artur Mas ha emprendido el camino hacia la secesión asegurando que las exportaciones de las empresas catalanas ya superan las ventas que éstas realizan en el mercado español. Sin embargo, la realidad desmiente ese argumento. Según datos de la Cámara de Comercio de Barcelona, de las 600.000 empresas con que cuenta Cataluña sólo 20.400 exportan. Es decir que hay miles de empresas que no exportan nada y que basan sus ventas en el mercado español, por lo que la separación de España hará naufragar su cuenta de resultados con toda seguridad.
Los nervios están a flor de piel y, aunque hay un pacto tácito para no mentar el posible boicot a los productos catalanes, las llamadas campañas vírales (el tradicional boca oreja, pero por Internet) ya están haciendo estragos en algunas empresas. El copropietario de Cavas Gramona, Xavier Gramona, ha sido uno de los pocos que ya ha dicho que el boicot torpedeará su campaña navideña. Seguro que en las próxima semanas veremos más desertores de la ley del silencio que se ha impuesto.
Lo cierto es que muchos de estos empresarios catalanes que ahora callan han iniciado acciones para españolizar sus empresas a todo correr. Los que puedan comprarán alguna empresa en España para camuflar su origen, otros llevarán sus almacenes a Zaragoza, algunos incluso las sedes. Y otros, presionados por la escasez de crédito y de ventas, han decidido vender.
Muchos propietarios de empresa han optado por desprenderse de sus negocios porque ya no aguantan más la crisis. Los que tiene ofertas venden y los que no cierran o reducen sus estructura a la mínima expresión. “Ya no puedo aguantar más”, es una frase común entre los pequeños y medianos empresarios. ¿Y la independencia de Cataluña? “Es la puntilla final”, dicen.
La teoría del valor marxiana es un modelo teórico que acaba desembocando en la explicación del capital como sobretrabajo impagado, un croquis sobre la mecánica del capitalismo que la sociedad sin clases aboliría en el final de la Historia. Eso es lo realmente importante, que no era una ley de la naturaleza y que eso la llevaba incluso a situaciones como la de los productos o servicios que tienen precio sin llegar a tener valor. No se trataría tanto de medir las desviaciones como de saber que se producen en un momento histórico dado, a partir de la economía de mercado.
Don Diego, enhorabuena por su artículo. Espero leer más de usted.
A nível de curiosidad, ¿no cree que precisamente en buena parte nos encontramos ya en una economía intensiva en capital, e incluso es posible que en ciertos sectores sea prescindible del todo el trabajo? La teoría marxiana debe tener dificil explicar la economía de las empresas de software o la biotecnología.
En cuanto al tema del artículo en sí, compartiendo sus críticas al funcionamiento del mercado laboral, me gustaría conocer si tiene usted algún modelo en ente que proponer. Viendo que hay países que lo hacen mejor que nosotros, alguno debe parecer preferible a lo que tenemos.
Toda esa gente trabajadora va a Estados Unidos pudiendo ir a Cuba, que está igual de cerca. Y así ha sido durante algunas generaciones. No se entiende. En lugar de hacer caso a los preclaros intelectuales y dirigentes de la extrema izquierda que se arrogan su representatividad, pasan de ellos y se largan a Estados Unidos.
Ahora entiendo que el muro de Berlín era para que no entrara una avalancha de obreros occidentales huyendo del capitalismo. Los Estados Unidos también han tenido que vallar la frontera para que la gente no escape de su país huyendo del capitalismo. Por eso está la migra (Cuerpo de la Policía de inmigración de los EE.UU.), aunque sin olvidar al coyote (Persona que se encarga oficiosamente de hacer trámites, especialmente para los emigrantes que no tiene los papeles en regla, mediante una remuneración). Esa enorme valla debe ser para que los obreros estadounidenses no huyan a Cuba, la tierra prometida de la clase obrera.
Pues cuando cayeron los comunistas en Albania los barcos se llenaron de gente pobre que quería ir a Alemania e Italia. Eso también es el pueblo. También emigran hoy a Alemania y no a Cuba.
Gracias, amigo.
Lo que ha cambiado es el formato que va adquiriendo la explotación capitalista, no la explotación en sí misma. La gran fábrica como centro neurálgico de las relaciones laborales ha dado paso a los parques tecnológicos, mucho más dispersos, donde el trabajador queda aislado, no se puede agrupar y resulta mucho más difícil que adquiera conciencia de clase. La representación de los trabajadores cada vez es más pequeña y se va reduciendo su poder tanto a través de las propias políticas de la empresa como por parte de la legislación y de la Administración pública que actúa defendiendo los intereses del empresario.
Del mismo modo, la sustitución de la industria por los servicios como la banca y la información en los países desarrollados, y el traslado de otra parte de la industria a los países periféricos donde es más fácil la explotación de una clase trabajadora más débil y con menos conquistas sociales a sus espaldas, lleva a una carrera competitiva imposible que tiene tres efectos sociológicos. Por una parte, se refuerza la pequeña élite directiva que está en la cumbre de todo el proceso; por otro lado, se reproletariza la clase trabajadora que era clase media en los tiempos del Estado del Bienestar clásico; por último, crece desmesuradamente aquel grupo poblacional que no encuentra trabajo y tiene que verse obligado a realizar actividades económicas informales al margen del proceso productivo normalizado, me refiero al llamado lumpenproletariado.
La pérdida de peso de las rentas de trabajo ha llevado a decir que se está conformando una sociedad sin trabajadores en la que cada vez se están dando de alta más autónomos y profesionales que trabajan por su cuenta, pero la realidad es que el capital monopolista está arrasando a estos pequeños productores, comerciantes y negocios varios, tal y como también observó Marx.
En pocas palabras, se ha diseñado un sistema que enfatiza la explotación y la alienación de las personas, y recubre esta barbarie con una superestructura ideológica que fomenta el conformismo a la par que pone en bandeja la aparición de populismos y gobiernos autoritarios que, supuestamente, darían respuesta a este caos.
La respuesta real a lo que está sucediendo no puede ser otra que poner la economía al servicio de las personas y no dejarla supeditada al beneficio de unos pocos. Esto, y muy especialmente en nuestro país, pasa por un cambio de modelo económico que impulse el tejido productivo nacional apoyando a las familias y a las PYMEs, que controle los sectores estratégicos, y que también otorgue una importancia fundamental a los servicios públicos, a la educación y a la sanidad, al sector social que posee una gran capacidad generadora de empleo y se encuentra subdesarrollado en España pese a constituir el substrato de cualquier Estado moderno.
Las relaciones laborales tienen que ir orientadas al reparto del trabajo, a la racionalización de los horarios y a la mejora de las condiciones salariales, entre otros factores, así como a la verdadera implicación del trabajador en su centro de trabajo que pasa por la cogestión de la empresa. Esto significa igualmente que la mejora del acceso a los puestos de trabajo pasa por la coordinación centralizada de los entes y la directa eliminación de quienes se han estado aprovechando de la precariedad para asumir un papel que no les corresponde.
Por último, resulta evidente que para llevar a cabo estas transformaciones es necesaria una política fiscal verdaderamente progresiva y una banca pública surgida de aquélla que posibiliten la infraestructura pertinente.
No me fío. Los comunistas quieren tomar el poder del Estado y empezar con la ingeniería social. Y se puede conseguir. No hay más que ver el experimento de Corea del Norte. Nos quieren someter a sus estructuras de servidumbre (las empresas estatalizadas) y arrancarnos la libre iniciativa, sea esta del tipo que sea (capitalista o de otro tipo). No me fío nada.
El mundo ha cambiado muy rápido.
La caida de la Urss, la unificación de Alemania, los acuerdos de libre comercio, la liberalización y deslocalización global, el crecimiento explosivo de Asia, son un hecho.
Los trabajadores de medio mundo son más que nunca, proletarios ya que la organización de la producción es global y en manos de cada vez menos grupos.
El paro está para seguir creciendo mientras no se abra otro sector económico nuevo no fácilmente deslocalizable.
La riqueza se sigue concentrando en cada vez menos manos y la pobreza es mas generalizada.
Los estados ya han perdido el antaño valor estratégico y militar. Entramados financieros condicionan las políticas económicas y sociales de las naciones, cada vez más desestructuradas.
El nacionalismo resurge en la vieja Europa, Escocia, Flandes, Cataluña, Pais Vasco, Corcega, Italia del Norte, Friuli, Pronto Baviera…. como fenómeno de reacción de las élites conservadoras locales que están perdiendo peso y poder a marchas forzadas. Ya no pintan nada. Ni pintarán nunca nada más.
Y el curso que va marcando la historia no es precisamente aleccionador.
Tiempos de cambios muy fuertes. Agárrense que vienen curvas.
Don Diego:
Enhorabuena por el artículo pero sobre todo por la aclaración que hace a Delendus. Esa explicación vale por otro artículo. Gracias.
Gracias a usted, caballero. Los lectores de medios informativos desinteresados como el presente son los que hacen viable que algunos podamos escribir.
Un abrazo.
Le felicito Sr Vega por la claridad de la situación económio-social que muestra en su escrito.
Sólo se puede ser y vivir desde el equilibrio.
Cuando un platillo de la balanza se eleva, el otro se hunde y ésto nunca ha llevado a nada bueno.
Dice un refrán que la unión hace la fuerza. Los de Fuenteovejuna iban todos a una .Ésta es la idea de progreso.
Gracias, aunque sea usted una persona tan cercana a mí. :)