Así de simple
‘[…] El PSC va en caída libre en las autonómicas y en las municipales. Si Carme Chacón salva las apariencias con la pretensión de una dulce derrota el 20N, haber sufrido un descalabro no servirá para la regeneración del partido y la sustitución de una clase política que lleva veinticinco años monopolizando el PSC.
Carme Chacón tiene la ambición de ser la secretaria general del PSOE. Para mi sería la continuación más nefasta de la estela de Zapatero, Rubalcaba y la generación de dirigentes que han llevado al partido a su estado actual.
Uno de mis amigos socialistas catalanes me preguntó: “¿Crees que es un traidor quien siendo militante de un partido vota a otro?”. Le pregunté si me creía experto en traiciones por ser crítico con éste partido socialista y éste Gobierno. Lo hice en broma, como un reflejo de ésta España inquisidora en la que pensar por libre es delito de lesa patria: “El voto de cada uno no es del partido al que pertenece”. Le expliqué que uno no es de un partido sino que apoya lo que de él considera valioso y en los momentos en que cree que satisface las aspiraciones políticas e intelectuales de cada uno.
Si los votos fueran propiedad de los partidos no harían falta elecciones. Bastaría con contar militantes.
¡Claro que se puede votar a otro partido y seguir siendo militante del que se quiere cambiar! El voto es el instrumento de la democracia, pero el voto no es la democracia. La democracia es la libertad de cada uno en la que administra sus apoyos como quiere.
Convenimos en que al PSC le conviene una derrota suficiente para poder reconvertirse como proyecto de izquierda sin complejos nacionalistas. Entre otras cosas. Si no, es posible que sea absorbido por la realidad. Así de simple’.
Eso, que se conviertan en un partido españolista y de izquierdas. Así se disputarán los votos con UPyD y C’s. Entre los tres sacarán 200000 votos.