La ‘microCataluña’
Censura en la microCataluña. Anna Grau es una de las mejores periodistas españolas. Ha pasado por Avui, Abc y Ara, entre otros. Es catalana, de “pura cepa”. Pero tiene dos peros para la tropa independentista radical que pulula por los medios de comunicación en Cataluña: se siente española y piensa, es decir es libre. Explica en Cuarto Poder su reciente salida de Ara. Y resume la actual situación de la prensa, el poder y la política en Cataluña:
[…] Debo decir que el independentismo catalán a mí no me quita ni una hora de sueño como española. ¿Para qué, si sé que con toda seguridad nunca han dado ni darán pie con bola? No hay mucho peligro de que Cataluña se independice de nada ni de nadie, visto el nivel de los gurus independentistas. Menuda tropa. La amenaza no es para España. Es para los catalanes. Es la propia sociedad catalana la que empieza a frustrarse, a agrietarse y a fracturarse de manera quizás trágica. Ya tenemos comité de actividades anticatalanas y todo. ¿No era Cataluña lo bastante pequeña como para tener que achicarla aún más?
El verdadero peligro de estas cosas es que consigan hacerte dudar de que tu tierra es tu tierra. De si todavía soy o merezco ser catalana. Privarme del derecho a la armonía en libertad. Robarme la lengua de mi infancia y de mi madre, la luz del atardecer en Besalú mientras mis pasos se guardan en la piedra ancestral como en un sueño, el querido latigazo canalla de irme de copas por el Raval de Barcelona, etcétera, a no ser que acates cierta ley del silencio. Que aceptes taparte la boca y la nariz y ahogarte en una espesa sopa de “cosas que no se pueden decir si no quieres que te llamen facha”.
Pues ni soy facha, ni me callo. Desde Madrid, ciudad que amo a rabiar, visca Catalunya… libre, es decir, completa. Conmigo dentro, o viviendo fuera pero cantando las verdades. Y a quien no le guste, ajo y agua.