Cataluña
‘Mientras no ofrezca una hoja de ruta explícita y pautada hacia el estado propio, este gobierno de CiU se convierte en cómplice del expolio y de la indignidad que padecemos como comunidad nacional’
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Hèctor López Bofill, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra y dirigente de Solidaritat Catalana per la Independència, el 26 de abril de 2011 en Avui:
‘[…] La analogía grisácea del tripartito y el gobierno [autonómico] de CiU parte de una falta de recursos y de poder inherente a la estructura autonómica. Se trata de la inanidad y de la falta de tesón de un estamento político provinciano acostumbrado a disfrutar del oropel del cargo público sin asumir ninguna responsabilidad, dado que el centro del verdadero poder está en otra parte. La absurda cumbre económica que se convocó hace unos meses, que reunía a gobierno y oposición así como representantes del mundo empresarial, sindical y académico, evidenció cómo la mayoría de medidas que se proponían para superar la crisis se referían a competencias y medios retenidos por el Estado español. Por eso, mientras el gobierno [autonómico] de CiU continúe participando de este ir tirando y no ofrezca una hoja de ruta explícita y pautada hacia el estado propio, este gobierno de CiU se convierte en cómplice del expolio y de la indignidad que padecemos como comunidad nacional. La oposición independentista no solo tiene que acentuar el conflicto frontal en la relación con España sino que tiene que denunciar la insensatez y la falta de coraje de aquellos que aceptan mantener el régimen actual sin expresar ninguna alternativa clara. Esta oposición todavía tiene que mostrar una actitud más rebelde y enérgica cuando, ante las iniciativas que buscan dibujar el camino, como la proposición de ley para la declaración de independencia, el presidente de la Generalidad actúa con displicencia, encogimiento y, digámoslo claro, cobardía, con su ausencia en el hemiciclo durante un debate capital.
En aquella ocasión y en los próximos momentos decisivos que, si no lo impide la presión social, tendrá que pasar el ejecutivo de Mas se constatará la evanescencia de toda la palabrería sobre “el derecho a decidir” mientras, en la realidad, el gobierno [autonómico] de CiU se reafirma como el último parapeto del régimen autonómico y de los intereses creados en las últimas décadas bajo este paraguas, como los defensores a ultranza del orden que precipita a Cataluña a la decadencia y a la residualidad. Ni el presidente [autonómico] Mas, ni los dirigentes de Convergència (y no hace falta decir de Unió) ni la lista de intereses empresariales y financieros catalanes acuñados en los mercados españoles y heredados del franquismo que los apoyan liderarán el proceso de secesión. Más bien continuarán actuando como los principales agentes de su represión.
[…] Si esto sucede, el creciente sector social que apuesta por el estado propio debería poner en marcha una campaña implacable de revuelta contra el autonomismo, un movimiento de presión cívica y política como la que ha precedido a la caída de todos los regímenes indeseables, un gesto que, sin subterfugios ni engaños, acabe expresando electoralmente e institucionalmente el anhelo de este casi millón de personas que ya han votado por una Cataluña libre’.
La revuelta contra el autonomismo como todas las revueltas se sabe como empieza pero no como termina. Porque con el hartazgo que hay bien pudiera ser que acabara con el autonomismo y con el independentismo.
Y lo de la hoja de ruta sobre un futuro estado propio no me hace a mí olvidar la hoja de ruta sobre el Estado de las Autonomías y el pufo que me metieron con ese asunto. Quieren tapar con una futura hoja de ruta la apropiación de la Administración y el gobierno de Cataluña por parte de unos grupos políticos de ideología afín que, entendiendo que Cataluña era suya y no de los Ciudadanos, la han dividido y enfrentado intencionadamente por intereses de partido.
En eso consiste la hoja de ruta hacia el Estado propio en que no nos fijemos en su pasado. Pero son treinta y cinco años de “construcción nacional” con todas las injusticias y tropelías que la misma ha conllevado.