Cataluña
‘Visto al cabo de treinta años, ha quedado claro que aquella acción protagonizada por personajes tan tristemente célebres como Tejero, Armada y Milans del Bosch, no fue infructuosa’
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Editorial del diario Avui de este miércoles:
‘Del golpe militar al golpe judicial
El 23 de febrero de 1981, hoy hace exactamente treinta años, es recordado en el imaginario colectivo como la fecha del golpe de Estado fracasado contra el incipiente sistema constitucional con el que el Estado español había superado el largo túnel del franquismo. Fue un acto reaccionario y contra la democracia que se estrelló básicamente contra su propia debilidad y desorganización. El 23-F dejó como rastro inmediato un gran susto popular y una imagen dudosa a escala internacional del nuevo régimen de libertades.
Visto al cabo de treinta años, ha quedado claro que aquella acción protagonizada por personajes tan tristemente célebres como Tejero, Armada y Milans del Bosch, no fue infructuosa. Al contrario. Fracasó militarmente, sí. Pero políticamente encarriló la democracia española hacia un modelo de Estado descentralizado en las formas pero mentalmente unitarista. La inflexión del 23-F orientó a los poderes españoles hacia un sistema político basado en la sobreprotección constitucionalista. Una apuesta que ha acabado sacralizando la norma que, interpretada de forma flexible, habría podido acoger las aspiraciones legítimas de Cataluña.
Ha sido esta deriva la que, pasados treinta años de la imagen icónica del tricornio en la tribuna del Congreso de los Diputados, ha situado a Cataluña al borde del precipicio institucional, expulsada virtualmente de una España que no admite ni la plurinacionalidad, ni el plurilingüismo, ni tan solo el libre desarrollo y progreso económico de sus comunidades autónomoas. La sentencia del Tribunal Constitucional que ha masacrado el Estatuto que se otorgaron soberanamente los catalanes es, en definitiva, una relectura más civilizada, pero infinitamente más letal, de las formas chapuceras de la España cuartelera de hoy hace treinta años. De 1981 a 2011: un avance puramente cronológico para una Cataluña que ve cómo sus libertades están en franca marcha atrás’.
Cuando esta gente dice que no se acepta el plurilingüismo, a qué se refieren? En qué mundo viven?
Vaya montón de prejuicios de sala de estar juntos, no tienen desperdicio las afirmaciones irracionales que intentan barrer para casa y hacernos creer ¡30 años después! que el 23f está detrás de la negativa a la locura nacionalista de la construcción nacional emprendida radicalidad desde el Nou Estatut pero ya antes trabajada por Pujol.
Cualquiera diría leyendo este párrafo que a partir del 23f volvió el Estado centralista, como si hasta el 23f del 1981 los nacionalistas hubieran llegado más lejos que nunca, cuando ha sido al revés! La autonomía de Cataluña no ha hecho más que aumentar desde entonces! ¡Nadie tiene tanta autonomía en Occidente!
Demencial:
“Pero políticamente encarriló la democracia española hacia un modelo de Estado descentralizado en las formas pero mentalmente unitarista. La inflexión del 23-F orientó a los poderes españoles hacia un sistema político basado en la sobreprotección constitucionalista. Una apuesta que ha acabado sacralizando la norma que, interpretada de forma flexible, habría podido acoger las aspiraciones legítimas de Cataluña.”
evidentment, la minoria (15%) dels catalans, representats per PP i C’s, no estàn d’acord amb l’article
ahora me entero que el diario AVUI, lo leen el 85% de los catalanes.
Evidentemente, alguien necesita ir al oculista
Desde luego que no fue infructuosa,sobre todo para señores como éste que asì habla.
Hoy he leìdo El Paìs del 23-F de ayer y hoy,no aclara nada,porqué se llegò a ese extremo.Cuentan el final de la pelìcula pero no el comienzo y su desarrollo.Bono ha atisbado un poco el asunto al pesarle que los socialistas (y no sòlo ellos…) CRITICARAN,tan aceradamente a Suarez que lo iba haciendo bien,a pesar de unas circunstancias tan especiales…pero como era demasiado recto y correcto,habìa que ,,tumbarle,,.para ganar
El editorial de un periódico no puede ser tan pobre intelectualmente. Decir que la lealtad constitucional se debe a que hubo una intentona golpista es estar en la inopia. Decir que esa intentona fomentó el sentimiento unitario es igualmente una sandez.
Porque España ha sido y es, como TODAS LAS NACIONES mucho más que guerras civiles, golpismos, enfrentamientos, convivencias o empresas comunes. Todo eso forma parte de su historia y proyecta su futuro.
Y precisamente su futuro se plasmó y se basó en lo que se basa hoy cualquier democracia en el mundo. En el respeto a las normas y en concreto a la Constitución. A la que se respeta y obedece haya habido o no golpismo.
¿Cómo entonces explican la lealtad a la Constitución en Francia y su sentimiento unitario? ¿También hubo allí golpismo? Y así en un montón de países.
Los pilares del nacionalismo: la afrenta pasada, la frustración presente y la esperanza futura. ¡Qué infantil! Pero qué eficaz, a la vez… Si consiguen establecer un sentimiento general como el de este editorial, el nacionalismo habrá ganado mucho. Y lo están consiguiendo. ¿Qué hacen los partidos para parar esto? Pobre España, apaleada por todos, dentro y fuera.