Cataluña
‘No sé si os pasa a vosotros, pero, al menos a mí, en la calle me comentan con entusiasmo e ilusión la composición del nuevo gobierno [autonómico]. ¡Qué diferencia con los gobiernos [autonómicos] que hemos tenido en los últimos años!’
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Josep Antoni Duran i Lleida, congresista de CiU, líder de Unió Democràtica de Catalunya e interlocutor oficial entre el Gobierno y la Generalidad, en su carta semanal publicada este viernes:
‘[…] El Gobierno [autonómico] de Cataluña ha empezado a dar sus primeros pasos. No sé si os pasa a vosotros, pero, al menos a mí, en la calle me comentan con entusiasmo e ilusión la composición del nuevo gobierno [autonómico]. ¡Qué diferencia con los gobiernos [autonómicos] que hemos tenido en los últimos años! Ahora, además de ser un equipo cohesionado, Cataluña tiene un gobierno [autonómico] competente, muy competente, con gente muy seria, muy preparada. Como sabéis, el gobierno [autonómico] no está integrado solo por personas de CiU, sino que, de once consejeros, hay cuatro independientes de primerísima fila en las materias que les toca dirigir desde el consejo ejecutivo.
[…] Creo que también se ha consegudio el objetivo de transmitir un testimonio inequívoco de austeridad. […] La austeridad no solo se aprecia en lo que se ve, sino que me consta que el presidente de la Generalidad ha dado instrucciones muy estrictas a todos los miembros del gobierno [autonómico] para que la asuteridad acompañe toda la acción del consejo ejecutivo. Incluso ha llegado al detalle de que el propio presidente de la Generalidad no piensa gastar ni un euro en reformas mobiliarias de sus dependencias, como podría hacer, y como hicieron sus dos antecesores.
[…] En el capítulo de nombramientos, he tenido el honor de ser designado esta semana presidente de las comisiones que relacionan al gobierno [autonómico] de Cataluña con el del Estado. Lo agradezco especialmente y lo asumo con la mejor de las voluntades de servicio. Lo haré tan bien como sepa. Mi designación al frente de estas responsabilidades ha recibido la crítica de toda la oposición. Respeto el derecho a la crítica, pero sinceramente encuentro del todo inconscientes los contenidos. No quiero perder ni un minuto. Solo haré una referencia a los que han hablado de “inmoralidad”, como ha sido el caso de ERC. Afortudamente, he bebido de las fuentes de quien fue dirigente de Unió y presidente del Parlamento de Cataluña, Miquel Coll i Alentorn. Como él decía, soy consciente de que “el principio de ERC es no tener principios”. Para mi, la moralidad es un principio, y en boca de quien no tiene no me produce ni frío ni calor. Pero si aludo al calificativo de “inmoralidad” es para decir que a mí me parece una inmoralidad que, en los últimos años, en las comisiones mixtas Estado-Generalidad no hubiera ni un solo representante de la primera fuerza parlamentaria, como era y como lo continúa siendo CiU. Afortudamente, los que ahora han criticado la decisión podrán participar, si quieren, en las comisiones que presidiré’.
Duran,todo el dia estoy pensando en lo “magnifico” que es el gobierno de CIU,sobretodo con los cuatro dias que estais gobernando y ya la mayoria de catalanes notamos que la crisis en cataluña casi ha desaperecido.Sois un ejemplo para todos los gobiernos del mundo,¡digo del mundo,del universo, incluido el nuevo sistema solar encontrado!
Marcais la diferencia de los anteriores gobiernos hasta en los andares,estamos todos los catalanes,como unas castañuelas de tanta alegria por tener un gobierno,que gobierna sin necesidad de presentaros en el parlamento,esto si que es gobernar.Sois divinos.
Este tío no sé si se lo cree, pero, al menos quiere hacernos creer, que la gente se lo cree.
¿Él se lo cree? … Porque yo no me lo creo.
Y muchos con quienes hablo, tampoco se lo creen. ¡¡Es increíble que se lo crea!!
Pero lo peor es que se crea que nos lo creeemos.
Como menciona Angel, por mucho que “marquéis paquete” la crisis, las empresas, los trabajos, la precariedad laboral, la maleducada sociedad y la infumable sanidad catalanas siguen igual de mal, por mucho que intentéis vendernos eso de: “España va bién”.
¡No! cataluña sigue encabronada en su misma telebasura nacionalista.
Y, ¡claro que estará encantado de estar tocando poder! ¡vaya novedad!
ese encantamiento particular, no lo hagas extensible a la ciudadanía, ¡un respeto!
seguimos siendo tan “inmensamente ricos e inteligentes” como antes de que apareciérais en la Gene, y no ha cambiado nada en nuestras vidas por llegar vosotros a la poltrona.
Hemos pasado de la “alegría de la huerta” de Montilla, a la “alegría de Durán” y su particular visión de felicidad.
¡Vaya un il.luminati!
-Por la uña se saca al león-
Tras la toma de posesión en la presidencia de la Generalitat de Catalunya de su quinto máximo representante, en la actual singladura democrática, descubrir “normalidad” y “plena fidelidad al pueblo de Catalunya” se me antoja gestión harto embarazosa. En las altas esferas institucionales, quien más, quien menos, puede apreciar una violenta desproporción de apellidos “patrios”, sostenida ininterrumpidamente en este periodo democrático, que da para enfrascarse en un raudal de conjeturas. En un pestañear, se alcanza a repasar cómo se apellidan los cinco presidentes, los miembros del que será futuro Govern o los componentes de cualquiera de los Parlamentos legalmente constituidos. Sin duda alguna, entre el pueblo llano, los factores transitan por derroteros diametralmente opuestos. Como, hoy por hoy, no me derrapan las neuronas, debo admitir que este singular capricho tan desviado de la Realidad se debe a la preferencia popular expresada periódicamente en las urnas. Sin embargo, por un sí o por un no, ¿sería descabellado sostener que la multiplicidad de los Montilla, Fernández, Cañas… normalizarían nuestras instituciones públicas más conspicuas? ¿Contribuiría en este sentido que el voto computase igual, a efecto de representatividad, indiferentemente de la división del territorio en el que se deposite?, ¿desviaría el resultado final que los partidos políticos eligiesen democráticamente a sus candidatos en primarias?, ¿operaría cambio alguno el hecho de que se optase por el sistema de “lista abierta” para que, en última instancia, siempre fuera la voluntad general quien determinase los miembros de cada partido político? ¡Vaya usted a saber! No obstante, sacaremos algo en limpio si en esta legislatura se acomete de una vez para siempre una Ley Electoral que anteponga la persona al territorio y en partido político, la democracia al totalitarismo. En suma, sé que para muchos ultracatalanistas se arma un trepe, cuando se advierte que en Catalunya “normalizar” las instituciones públicas, en lo tocante a apellido y “llengua” “patrio”, significa, paradójicamente, desempeñar la acción contraria a la que el sentido común indica. Créame, mi intención no es dar la tabarra, pero resulta que en toda tierra de garbanzos, seis gansos y seis gansas son… doce gansos.
Eduardo,
Se necesita una regeneración democrática de los partidos políticos urgente.
Listas abiertas, acercar la vida política a la calle y a la ciudadanía, hacerla mas cercana y participativa.
Pero, eso incurre en la “obstrucción a su mamoneo partidista” y privaría de emolumentos de variado pedigrí para los “vividores de la política” que han hecho de la política “su” particular negocio…
Y, lo que sería “normalidad democrática” se contradice con el negocio montado por los políticos para su lucro personal y privado.
Vamos, que se les acabaría el chollo.
Saludos.
Pobre Duran, toda la vida de segundón y ahora está contento. Eduardo no es que tenga razón, es que se queda corto. Estamos más que hartos de tanto vedettismo, de tanto protagonismo como si fueran primeros actores de una película y no son más que funcionarios públicos, eso sí, cargados de privilegios innombrables y vegonzosos mientras mucha gente las pasa canutas para llegar a fin de semana. Hace falta más que un cambio, hace falta una auténtica revolución. Basta de tomaduras de pelo. Sueldos y pensiones de escándalo, empleos millonarios sin afectar a sus pensiones, ¿pero esto que es?