Cataluña
‘Yo mismo en diversos momentos de mi vida me he declarado nacionalista. […] Estoy convencido de que Cataluña es una nación, quiero y defiendo a Cataluña, y esto hace que mi catalanismo se exprese en defensa de los valores y de los contenidos y de las aspiraciones nacionales de Cataluña. Soy, en este sentido, nacionalista, claro’
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Joaquim Nadal, presidente del PSC en el Parlamento autonómico de Cataluña, en un artículo publicado este viernes en Avui:
‘[…] Apunto una vez más la idea, seguramente enfermiza, que hace que nos complazcamos más en la adversidad que en las circunstancias favorable. Que magnifiquemos lo que nos va en contra y minimicemos o despreciemos lo que nos va a favor. Y, en cambio, como pueblo, como país, para nuestra psicología colectiva, para el estado de ánimo del país, para el orgullo y la autoestima de los catalanes sería altamente beneficioso ponderar adecuadamente aquellos hechos que nos otorgan singularidad y relieve, que nos ponene en el escaparate y que nos otorgan valor de titulares de portada como referentes mundiales de muchas cosas de las que con frecuencia abjuramos intensamente.
Yo mismo en diversos momentos de mi vida me he declarado nacionalista. He hecho un silogismo elemental. Estoy convencido de que Cataluña es una nación, quiero y defiendo a Cataluña, y esto hace que mi catalanismo se exprese en defensa de los valores y de los contenidos y de las aspiraciones nacionales de Cataluña. Soy, en este sentido, nacionalista, claro. Pero resulta que todos somos de memoria muy frágil y frecuentemente perdemos de vista hechos dramáticos de la historia contemporánea de Europa que no queremos ni contemplar a la hora de analzar nuestra propia peripecia colectiva. Perdemos de vista que algunas de las barbaridades del fascismo se cometieron en nombre del nacionalismo y que las bestialidades más grandes de nuestro mundo contemporáneo se ha producido, por ejemplo en los Balcanes, en la confrontación entre nacionalismos y en la actitud expansionista, instransigente, xenófoba e, incluso, imperialista de algunos nacionalismos. Europa ya se vio abocada en el pasado a tener que distinguir entre nacionalismos buenos y malos, democráticos e intransigentes, solidarios y excluyentes. La contraposición entre el nacionalismo español y el nacionalismo catalán no es, tal vez, el mejor camino hacia la superación de las viejas contradicciones y el logro de las máximas cotas de autogobierno para Cataluña. Afirmar la nación no debería significar esgrimir el nacionalismo como primera línea de defensa de la nación.
[…] Es muy probable que Vargas Llosa confunda las cosas en sus alegatos, pero visto que el tema viene de lejos y que nunca nos hemos aclarado del todo, yo me quedo con el argumento de Isidre Molas: “Nunca he sido nacionalista y siempre he intentado moverme como un catalán nacional. El esfuerzo para hacer más justa, más próspera y más libre la propia patria tenía que desembocar en la participación de esta en un mosaico de patrias superpuestas cada día más entrelazadas“.
¿Contra los nacionalismos? ¡No! A favor de Cataluña“.
Léanse esto, por favor:
http://www.burbuja.info/inmobiliari....atala.html
¡¡¡Solidaridad con Convivencia Cívica Catalana!!!
Pues menuda “sorpresa”. Hace ya tiempo que algunos nos dimos cuenta de que el PSC es un partido nacionalista más (pena que aún haya demasiada gente que no haya abierto los ojos).
Y me hace gracia eso de contraponer nacionalismos. Mientras uno (el catalán) es etnicista, el llamado por ustedes “nacionalismo español” es constitucional. La diferencia entre ambos conceptos es bien grande.
Las cartas encima de la mesa, mejor, a ver si de una vez la izquierda no nacionalista se levanta en Cataluña y demuestra toda su fuerza. Ciutadans tiene el camino fácil si lo quiere aprovechar, el pp y toda la derecha conservadora ya lo ha aprovechado, sólo falta que este partido demuestre su vocación progresista y de izquierda moderna y coja todo ese espacio libre, se lo están dejanod a huevo. Yo permanezco expectante
Nadal esta muy bien que te sientas nacionalista pero el PSOE y el PSC,son partidos socialistas y la mayoria de votantes del PSc no somos nacionalistas y tendriais que dejar el PSc porque estais engañando a ls votantes del PSC,que no somos ni queremos ser nacionalistas.
Quien no se considere nacionalista catalan no debe votar nunca mas al PSC.
Otro esquizofrénico… no sabe si es nacionalista, catalanista, socialista, imperialista, vaya tela de políticos catalanes.
Sigan votando a estos energúmenos… pero luego no se quejen.
que se vaya a ezquizofrenia republicana!!!!
has perdido tados los votas de la familia nos has engallado por ultima vez
¡¡ Vaya panda de bipolares estos jerifaltes del PSC !!. Espejito, espejito, dime tu que soy….
¡¡ Todos al paro !! eso es lo que se merecen y menos mamoneo con nuestros impuestos. ¡¡ Políticos chupópteros al paro !!.
Bueno, pues éste lo admite, pero hay muchos más. Los mandamases del PSC son tan nacionalistas como los de CiU. Por contar algo este señor,siendo alcalde de Gerona, exigió a las cofradías que desfilan en la procesión y que tenían sus estandartes rotulados en español, que los cambiaran y los rutularan en catalán…los que no quisieron se quedaron sin subvención.Éstas son las prioridades de estos pseudosocialistas. A ver si se enteran más de cuatro y lo aplican a la hora de votar.
Y ahora se enterarán, muchos votantes retroprogres y de “izquierda” de nombre.
Lo Obiols y Cía, o sea, todo el PSC y los conversos como Montilla, han sido siempre nacionalistas,mucho más que el propio Pujol, ya que a este, el catalán de “a pie”, le cree y a los del PSC, no, por lo que tienen que “demostrarlo” continuamente y a pesar de ello…, ni unos, ni los otros les creen, por lo que los catalanistas no les votan y los retrprogres, al no creerlos tampoco, les votan creyendo que lo hacen al Partido (antes Psoe), que se siente acomplejado ante ellos y por lo que ha renunciado a ser español y obrero.
Y lo de socialista…a las últimas decisiones me remito.
Y lo de izquierda…, si este término significa, enchufar a los suyos,a costa de los que no son…tal vez.
Un solo ejemplo: jubilación para ellos (los diputados…), 7 años de cotización. Para el resto…dentro de poco toda la vida laboral, y como la mayoría de los obreros, estarán un montón de años en el paro y a los 50, no los contratará nadie…los jóvenes, a cobrar una miseria, si es que llegan a cobrarla.
Sigan votándoles.
Los Nadal, Obiols y Cía, se lo agradecerán, lo mismito que que el Mas , Pujol y Cía.
ya era hora que dijera la verdad, fuera caretas, que dimita del PSC y pide al alta en CIU que sea valente y consecuente.
Muchos catalanes lo supimos cuando el PSC nos traicionó usando nuestro voto socialista para vendérselo y regalárselo al nacionalismo radical.
Desde ese momento, supimos muchos que el PSC era otro partido nacionalista mas.
Equiparable a la misma bajeza moral de CIU, ERC e ICV.
Pero, aunque tuvo que darse el gran batacazo electoral, bién está que se quiten la máscara y que quienes les voten sepan que dan su voto a un partido radical.
A muchos ya no nos sorprenden estas declaraciones. ¿Hacen falta más razones para abandonar el PSC?
Me sorprende que todavía algunos consideren estas declaraciones como NOTICIA.
La gran tragedia es que, el votante socialista que no está de acuerdo con las ideas y políticas nacionalistas, lleva votando a ésta gente muchos años, ejerciendo su derecho de voto más con el corazón que con el cerebro.
la pregunta es obvia… y que carajo haces en el psc-psoe?
¿Por qué no dicen estas cosas antes de las elecciones?
Por otra parte, muchos en el PSC intentan aparentar valentía propugnando por que el PSC se escinda del PSOE, pero en el fondo no lo harán jamás porque saben que se hundirán. No saben realmente qué hacer ni en dónde meterse. Cómo pretenden gobernar con esa actitud desquiciada. No se sabe lo que harán. No son de fiar. Y dan pena!
“Estoy convencido que Cataluña es una nación”….
Otro que no se ha leído la Constitución.
Yo estoy convencido de lo contrario y además el comportamiento del catalán es idéntico al de cualquier español de cualquier otra región.No sois diferentes a los demás españoles.
Quizás en Barcelona y área metropolitana hay un caracter más comprensivo y respetuoso con todo el mundo, debido a que es el crisol de todas las personalidades españolas. Esto mismo pasa en Madrid o en Valencia. La demografía lima las diferencias.
C’s de izquierdas? jajajajaja, sí, como Libertas!!!!!
Lamantablemente aun votan gente al PSc creyendose que votan al PSOE.
Quien no se considere nacionalista catalan no debe votar al PSC.
Años llevo denunciando, dentro y fuera del psC ese nacionalismo, ante la negativa de los interesados que son nacionalistas pero no tontos y se avergüenzan negándolo o disfrazándolo de catalanismo.
Pero lo peor es la buena gente de izquierdas que lleva lustros tragando con ese tipo de dirigentes y con los cientos y cientos de lo que siempre describo como las bases estabuladas.
¡Vaya papeleta!
Que la colosal estructura del edificio del poder político del PSC en Catalunya ha quedado en estado enormemente ruinoso, tras el varapalo electoral del pasado domingo, no parece que vaya a ponerlo en duda alguien con dos dedos de frente. Hace algunos años (algo más de siete), cuando su candidato empezó a maniobrar, al encaramarse a la presidencia de la Generalitat, muchos progresistas creyeron encontrarse en situación de orfandad y no tardaron en mostrar gran estupor ante la deriva nacionalista de la federación catalana. Lejos de rectificar, con el cambio de líder al dar por finalizada la primera aventura tripartita, aun exhibieron mayor firmeza en la misma contradicción ideológica. La consecuencia del segundo examen, ante el electorado catalán, ha malogrado el arduo trabajo de décadas, además de dejar en la estacada quién sabe si en dilatado período a la formación política. Pero el engranaje que parece que ha sufrido mayor deterioro, en apresurado e imbécil alejamiento de los valores propios del Socialismo en un partido que hace gala del mismo en su propia sigla, es el de sus militantes y simpatizantes. Estos se han visto forzados, por los inagotables hechos de sus dirigentes en el gobierno de las instituciones públicas en Catalunya, a defender los mismísimos argumentos contra los que debían combatir escasos años atrás. Abrazar postulados propios del Nacionalismo, bajo el subterfugio del eufemismo “Catalanismo”, no deja de ser una de las muchas contradicciones en las que han incurrido desde el PSC. En el mismo sentido, el hacinamiento de ultracatalanistas entre la cúpula dirigente contrasta y chirría brutalmente con la ausencia de ellos entre las bases del partido y sobre todo entre su electorado natural. No obstante, pocas cosas han menoscabado más la paciencia de sus ya mosqueados seguidores, en el tramo final de la legislatura, que el ademán de aparente rectificación subyacente en sus promesas y actitudes electorales (el díptico bilingüe, el repentino desacuerdo con las multas lingüísticas, la extemporánea e hipotética cumbre anticrisis…, por mencionar algunas) solapándose en el tiempo con los últimos estertores de la acción de gobierno en la disparatada línea ininterrumpidamente seguida durante las dos últimas legislaturas. No hay quien hable más libremente que la pluma, pero las teclas de mi portátil carecen de pelos y como tampoco hay dos sin tres, mucho me temo que el sucesor de Maragall y Montilla pueda ser presentado en sociedad como el increíble adalid dotado de la persuasión necesaria para hacer pasar el Nacionalismo por la rama más pura y ortodoxa del Socialismo.