Cataluña
‘Al final se ha producido una desafección tremenda, pero no de Cataluña con el resto de España, que también, como dice Montilla, sino que la más importante ha sido la del electorado del PSC con su partido’
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Carlos Carnicero, periodista, en un apunte en su blog:
‘Hubo un momento que el plazo de la nueva financiación era cuestión de vida o muerte. Se pactó, y el estado cedió: ¿Sirvió para pacificar las aguas? No, porque Montilla asumió la esencia del nacionalismo que es la insaciabilidad. Encabezar una marcha contra el Tribunal Constitucional es una decisión comprometida cuando se es el representante del estado español en Cataluña. ¿Era tan importante esa sentencia, de la que no se ha hablado en toda la campaña electoral? ¿Se puede presentar uno a la reelección de un gobierno del que se habla pestes en la campaña electoral? ¿Era tan difícil descubrir el distanciamiento de los electores socialistas de las políticas del tripartito? Con nada estaba conforme el president y la culpa de todos los males venía de fuera.
Al final se ha producido una desafección tremenda, pero no de Cataluña con el resto de España, que también, o con España, como dice Montilla, sino que la más importante ha sido la del electorado del PSC con su partido.
Ahora aprietan las municipales. Y echan la culpa de una buena parte de lo sucedido al PSOE. Pero, ¿quién garantizaba la afluencia al Palau Sant Jordi? Eran Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, representantes de la tan cuestionada España, quienes garantizaban el carné de “no hay entradas”.
Tantas contradicciones no caben en una papeleta electoral. Y bien haría el PSC, con calma, averiguar si se pueden tener dos almas –una catalanista cuasi nacionalista y otra española- como dice la canción, y no estar loco’.
Cuanta razón tienes.
Cuando una persona o una organizacion,sea la que sea juega a la mentira,el engaño,la estafa,al final termina mal y mas en estos tiempos con un desarrollo de la informacion como nunca hemos tenido.
El PSC es un partido que esta practicando la mentira,el engaño,la estafa, y el dia 28 lo que ha pasado es que muchos votantes del PSC,han tomado conciencia que los estan engañando.
El PSOE no puede seguir teniendo como representante en cataluña un partido como el PSC,que se declara nacionalista catalan.Porque esto es estafar,mentir y engañar a los votantes socilalistas catalanes que queremos votar al PSOE y no podemos,porque si votamos al PSC,vamos contra nuestros propios intereses.
Yo no quiero ser nacionalista catalan y como no quiero ser nacionalista catalan,no puedo votar al PSC`porque me estan engañando.
Quien no se considere nacionalista catalan,no debe votar nunca mas al PSC.
Buen análisis. El señor Carnicero ha ganado mucho en independencia y, en consecuencia, en criterio, en los últimos años.
Jajajaja… la verdad es que tiene toda la razón.
Decían que se iba a producir una desafección de CAT respecto a España, pero la verdad es que la única desafección que se ha producido es la de los catalanes respecto al PSC, mientras que el independentismo se ha hundido en las urnas (recordemos que los secesionistas ya han admitido que no hay forma de evitar la duplicación de votos en los paripés de las consultas porque no controlan que una persona que haya votado anticipadamente luego pueda volver a hacerlo presencialmente, y a eso hay que añadir la gente no empadronada que ha votado, los menores de edad, inmigrantes, fallecidos hace años, suplantación de identidades…)
Muy bueno Sr. Carnicero
Quedarse en cruz y cuadro.
En la vasta trayectoria pública del partido “socialista” en Catalunya (PSC), durante el actual período democrático, jamás se le vio tan contra las cuerdas como en estos días. Sacudido sin piedad por los resultados electorales del pasado 28 de noviembre, sorprende que sus líderes no cierren la guardia a puro garrotazo y tente tieso. Tal es así, que, la visión múltiple sobrevenida por años de arriesgada actividad, ahora, tras el golpe directo recibido, parece haberles producido incluso un desdoblamiento de personalidad o lo que es lo mismo… de alma. Mudables como la Luna, algunos de sus componentes, pertenecientes al sector ultracatalanista, prosiguen en su recital de fintas sobre refundación, de cara a la concurrencia, cual macarenos de taberna. No satisfechos con los golpes bajos lanzados durante dos legislaturas en el poder en contra de su parroquia de electores catalanes (que no catalanistas), ahora pretenden rivalizar con el mismísimo PSOE en el cuadrilátero del Congreso de Diputados. Entre asaltos, conmueve ver a los dirigentes derrotados en su esquina mirando el moco y no de dónde cuelga, mientras el ala más nacionalista, a su alrededor, no ceja en hacer mangas y capirotes con sus morrocotudos dislates patrióticos. Hay dicotomía en el verdadero púgil socialista que no muda cada semana, como camisa limpia: los partidos políticos como las instituciones públicas se deben a los ciudadanos y nunca al contrario como pretende el nacionalista a ultranza. Pero, en las postrimerías de la pugna, es de ver al cuidador de las esencias “verdaderas” ocultando la toalla mientras advierte al árbitro, en cómica pantomima, de la inminente mudanza del Partido al barrio de los calvos; es decir, a la fantasmagórica sepultura que él mismo ha excavado en el cementerio.
Podeis engañar una o dos veces, pero cambiar el mensaje,ya no podeis engañar a la ciudadania para la proxima