España
‘Todos nos creemos más generosos y solidarios de lo que somos. Las demandas de las autonomías vienen a remachar este clavo: todas reclaman deudas históricas que la nación española tiene con cada una de ellas’
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Joaquín Leguina, ex congresista del PSOE y ex presidente autonómico de la Comunidad de Madrid, este viernes en La Gaceta:
‘[…] Deberíamos instituir premios nacionales al “quejica del año”. Una encuesta del CIS vino a confirmar irrefutablemente lo anterior. La pregunta era la siguiente: “¿Diría usted que el Estado le da a través de sus servicios: becas, enseñanza, carreteras, etc. más o menos de lo que usted paga en impuestos y cotizaciones?”. El 53% de los parados y el 50% de los estudiantes dijeron recibir menos de lo que pagan. Tan sólo el 13% en de los parados y el 8% de los estudiantes admitieron recibir más. ¡Qué morro!, dirán los exigentes, pero –vistos desde la serenidad analítica– estos datos muestran el envidiable optimismo nacional del que por estos lares se disfruta. ¿Por qué? Porque todos nos creemos más generosos y solidarios de lo que somos. Las demandas de las autonomías vienen a remachar este clavo: todas reclaman deudas históricas que la nación española tiene con cada una de ellas. Todas están por debajo de la media nacional en infraestructuras, en subvenciones, en ayudas del Estado… y todas pagan más impuestos que el resto. Que los porcentajes autonómicos nunca sumen cien les importa un bledo a nuestros dirigentes regionales. Ellos no están ahí para sumar o calcular, están ahí para quejarse y ejercer de pedigüeños. Los españoles padecemos de un egoísmo llorón hasta la náusea pero a optimismo no nos gana nadie’.
Los españoles estamos aprendiendo lo que es democracia a base de tropezar en los mismos errores que en el pasado nos han caracterizado (telebasura/analfabetismo, insolidaridad/nacionalismo, explotación/contratos basura, incultura/(fotocopias a saco), vagancia/tendencia a las oposiciones, inconsciente tendencia a la subordinación y al gregarismo/de nuevo nacionalismo, desmemoria/derribar los monumentos y huellas del pasado). Tras esta celtiberia show que estamos viviendo, después de la de paco, y si no nos hemos arruinado definitivamente, empezaremos a ser un país cívico. Lo dicho, siempre y cuando el nacionalismo no pueda con nosotros.
Joaquin Leguina acostumbra a ser muy certero en sus análisis sobre el nacionalismo catalán en particular, y sobre las tensiones entre PSC / PSOE así como una visión realista de la situación de CAT en relación a la cuestión identitaria. Es infrecuente encontrarlo en las filas del PSC, ya que la criba catalanista, obedece a los parámetros tantas veces repetido de que en CAT se ha de hablar en torno a la misma mísera cuestión identitaria.
Desde lejos de CAT los problemas son vistos desde la lejanía, y sin tanta contaminación de Pilares Raholas y demás “voceros” mediáticos son analizados con una escrupulosidad mucho mas realista que la desde CAT viviendo aquí se puede objetar con tanto interés por la desinformación.
Y sobre esta cuestión, el drama del nacionalismo es la voracidad inconmesurable que practica de forma salvaje contra los ciudadanos, y sólo en favor de sus parroquianos. Esos 4 elegidos para vivir del chollo regional como auténticos dioses.
El habitual clamor del “Qué hay de lo mío” es un hartazgo.
Pero, el PP + PSOE deberían condenarse a entenderse para evitar caer en esta trampa tejida con escrupuloso diseño para beneficio de los regionalismos mas retrógrados como el catalán.
Gracias a esta unidad será posible que este cáncer vaya a mas…
Vivimos en una nación donde todas las Comunidades Autónomas están explootadas por España. Como España no es nadie pues todos se desmarcan de ella, nadie es responsable de lo que ocurre. La responsable es una España ajena. En todo caso se identifica a España con Madrid.
Así los gobernantes de las Comunidades Autónomas no tienen que responder de nada. Su mala gestión es culpa de España.
Es el resultado de todas las comunidades autónomas tratando de imitar a nacionalistas vascos y catalanes, para no ser menos. La clásica propuesta convergente de un estado asimétrico en el que mandan ellos y el resto de España compra y obedece ha llevado al resto de autonomías a intentar ponerse a la altura exigente de convergentes y peneuvistas para no ser menos y para que el estado no sea asimétrico.
El resultado… no hay más que echar un vistazo a las televisiones autonómicas, como la canaria, la gallega, la valenciana, la manchega, etc. para darse cuenta de hasta qué punto hemos llegado en esto de mirarnos el ombligo, y creernos que vivimos en grandiosas nacionalidades históricas maltratadas por los agravios causados por las otras comunidades, que nos explian y se aprovechan de nosotros. Este es el sentimiento que se ha vendido a la población en todas las autonomías, y este es uno de los dramas de la destrozada pseudodemocracia española.