Vidal-Quadras: ‘La incógnita que queda por resolver y que el tiempo despejará es si Artur Mas y su cohorte de ‘yuppies’ nacionalistas optarán por la huida hacia adelante exigiendo la autodeterminación o se conformarán con mandar en Catalunya y depredar en Madrid’
Aleix Vidal-Quadras, vicepresidente del Parlamento Europeo y ex presidente del PP de Cataluña, este sábado en El Periódico:
‘A la vista de todos los sondeos, está cantado que el extraño experimento iniciado por Pasqual Maragall hace siete años llegará a su fin el próximo 28 de noviembre. La insólita alianza de un partido de ámbito nacional supuestamente comprometido con la Constitución de 1978 y una fuerza independentista que se dedica a la quema de banderas españolas y al ultraje sistemático de la Corona es un invento que solo podía caber en la imprevisible cabeza del exalcalde olímpico. También es verdad que semejante aberración política ha sido posible porque en la Moncloa habita un curioso personaje que considera el disparate una forma perfectamente normal de gestión.
[…] Otro factor a tener en cuenta es la ausencia por una decisión estratégica equivocada de Aznar en 1996 de un proyecto genuinamente catalán inserto en una visión española y situado sin complejos en el espacio liberal-conservador con capacidad de dar la batalla al particularismo hegemónico en el campo de las ideas. Tampoco se puede olvidar que los catalanes son en su mayoría gente civilizada y sensata, por lo que aguantar un Gobierno en el que se afirma que los okupas representan un estilo de vida digno de respeto, en el que se paga un millón de euros por una lanza amazónica, en el que los naturales de la provincia de Córdoba se transmutan en émulos de Companys y en el que el departamento de Salut fomenta imaginativas fórmulas sexuales desde su página web es un ejercicio condenado a sobrevivir un tiempo limitado.
[…] La incógnita que queda por resolver y que el tiempo despejará es si Artur Mas y su cohorte de yuppies nacionalistas optarán por la huida hacia adelante exigiendo la autodeterminación o se conformarán con mandar en Catalunya y depredar en Madrid. La primera senda es la que conduce al fracaso, y los acontecimientos históricos del último siglo en Catalunya lo han dejado bien sentado; la segunda es la que mejor refleja el legado del patriarca, que siempre fue perfectamente consciente de las ventajas del excitante equilibrio de ser Bolívar en Catalunya y Bismarck en España. El hecho innegable es que Catalunya está en franca decadencia en los terrenos económico, social y cultural, que las multinacionales huyen de su territorio, que la Comunidad de Madrid la ha sobrepasado en PIB y que las personas más válidas o no vienen o se van, ahogadas por el provincianismo hortera que transpiran las gentecillas que han invadido los centros de decisión y los distintos estratos de la Administración envueltos en un progresismo cuatribarrado de ínfimo nivel. A final de este mes los ciudadanos de la que fuera motor de España y ahora se ha convertido en su lastre regresarán cariacontecidos al pal de paller para intentar salvarse de la ruina a su sombra protectora. Vana ilusión, el daño es ya demasiado profundo, el declive difícilmente reversible’.