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‘El bilingüismo, a pesar de lo que dicen los políticos, es perverso porque establece, se quiera o no, una situación de jerarquía entre las lenguas en contacto. Quiere decir que, cuando hay una conversación entre hablantes de lenguas diferentes, de forma automática una de las dos se impone y acaba siendo el vehículo de la conversación. En Cataluña, este papel lo hace el castellano’
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Patrícia Gabancho, escritora, el 4 de junio de 2010 en Avui.
‘Ningún país es naturalmente bilingüe. Los países generan la lengua que les corresponde. Hasta el punto de que los lingüistas y los antropólogos saben bien que la lengua construye la comunidad, y viceversa, y que allí donde acaba el territorio lingüístico se para la comunidad, porque la comunidad es precisamente el grupo humano que se entiende, que se comunica sin traducirse. Los países son bilingües cuando se ha producido un accidente en la historia, que puede ser demográfico -como la presencia imparable del castellano en los Estados Unidos, empujado por una migración de proporciones gigantescas- o que puede ser por una mera conquista militar. En Cataluña, el castellano se ha asentado por la suma de los dos factores. Y a diferencia de los otros países europeos plurilingües, los dos factores -insisto: los dos factores- explican por qué la lengua no tiene una dimensión territorial pura, como sí que pasa en Bélgica o en Suiza, donde cada lengua es hegemónica en su espacio, y se eclipsa en el del vecino.
El bilingüismo, a pesar de lo que dicen los políticos, es perverso porque establece, se quiera o no, una situación de jerarquía entre las lenguas en contacto. Quiere decir que, cuando hay una conversación entre hablantes de lenguas diferentes, de forma automática una de las dos se impone y acaba siendo el vehículo de la conversación. En Cataluña, este papel lo hace el castellano. Hay diversos elementos que ayudan a ello, desde el hecho de saber que todo el mundo puede hablar en castellano pero no todo el mundo puede hacerlo en catalán -el castellano no tiene, así, margen de error- a un elemento más interesante, que es la actitud colonial, simbiótica entre el colonizador y el colonizado. He visto personas que, si se dirigen a alguien en catalán y este contesta en castellano, saltan como un muelle y dicen: ¡Ay, perdone! ¿Perdone? ¿En nuestra casa? ¿Quién es, en realidad, el amo de la finca? El colonizado, aun siendo el amo del territorio lingüístico, renuncia a la lengua propia en favor de la lengua colonial: es un cosa que está estudiadísima. Esto va confiriendo una pátina de prestigio a la lengua colonial, con el apoyo del mercado y del Estado, y el prestigio acaba reduciendo todavía más a la lengua colonizada. Entonces ya es un no parar.
Si esto no ha sido definitivo con el catalán es porque los catalanes tienen un sentido de la continuidad histórica muy ligada a la lengua y saben que es del todo falsa la afirmación reiterada que dice que, si no se hablase catalán, Cataluña continuaría existiendo y siendo Cataluña. Pues no: si no se hablase catalán, Cataluña simplemente sería España. De aquí que se haya establecido una incruenta batalla por la hegemonía del imaginario y del contexto lingüístico de este imaginario. Y es una batalla de trincheras donde las posiciones resisten, pero en la que el enemigo va ganando avituallamiento circunstancial, en la forma del Estado -vean lo que hará el Tribunal Constitucional cuando excrete la sentencia-, del mercado, de la demografía. Pero no del prestigio en el sentido profundo: con todo el empuje global que tiene hoy el castellano, en Cataluña ocupa una posición social secundaria. El tronco central de la sociedad, vertebrado principalmente por la clase media, habla catalán. El talento habla catalán. Los sectores de valor añadido hablan catalán. ¿Por qué? Porque hasta ahora el ascenso social y el ascenso cultural estaba marcado por el peaje de hablar en catalán.
¿Cómo es que, entonces, el catalán no se expande lo suficiente como para reconquistar la propia sociedad? En principio, porque el castellano está enquistado allí donde reina y solo la movilidad social hace que los hablantes cambien de lengua. Y porque la actitud de los catalanoparlantes es tan vacilante que más bien parecen trabajar en favor de los derechos de los castellanoparlantes, renunciando sin necesidad a los derechos propios. No hace falta decir que la ausencia de campañas contundentes por parte de todos los gobiernos que han ocupado la Generalidad ha ayudado bastante a mantener esta falsa “buena educación” que dicta la sumisión al castellano, cuando la buena educación mandaría respeto a la lengua del lugar. Hoy está de moda formular proyectos sociales que no tienen en cuenta que la nación -y por tanto la sociedad- catalana se vertebra a través de la continuidad lingüística y cultural, y que sin un compromiso claro con este nervio, no puede haber un proyecto del todo catalán. Y esto vale también para la política. ¿O qué son, si se mira bien, los proyectos “no identitarios” en un contexto de disputa por la hegemonía cultural?
Y aquí quería hacer desembocar el razonamiento, porque, como no puede ser de otra forma, la misma raíz de la actitud lingüística -la colonización- se encuentra en la actitud política de muchos catalanes, líderes incluidos. Oí decir a Carod-Rovira, gran definidor del nuevo catalanismo, que no podemos plantearnos la independencia “hasta que no esemos todos”. ¿Ah, no? ¿Podemos plantearnos gobiernos de izquierda, por ejemplo, pero no una independencia que no sea unánime? Claro que hace falta una mayoría social, pero no es lógico rebajar la ambición de libertad porque una parte de la sociedad no la comparte y probablemente no la compartirá nunca. ¿Por qué, me pregunto, tendrían que ceder siempre los mismos, que son además los que también cambian de lengua y se acomodan al castellano si la conversación se muestra bilingüe? ¿Por qué no pueden ceder, a favor de la libertad, los españolistas? ¿Por qué no se excusan espontáneamente los castellanohablantes recalcitrantes que llevan toda la vida en Cataluña? Tengo la impresión de que, cuando uno aprenda a contestar estas preguntas, tendremos medio camino hecho’
como les molesta a estos pueblerinos
perdona, pero yo pensaba que el primero que ha llamado mentiroso al otro, HAS SIDO TU.
chato, lavate la boca.
Debe de ser muy imposible para ellos. Pero, curiosamente en una encuesta de la generalitat, hay un apartado que dice:
“gente que usa SIEMPRE el catalan sea cual sea la lengua con la que se te dirigen”.
EL PORCENTAJE ERA MAYOR, (pero practicamente identico) a la gente que siempre usaba castellano.
Como siempre, la realidad supera a la ficcion.
En especial a la ficcion que tu te inventas. Por cierto. El unico mentiroso aqui, eres tu, que tienes los cojones de decirme lo que yo VEO Y COMPRUEBO, y tienes la indecencia de corregir lo que yo corroboro y constato.
no, si prepotencia no te falta.
Espero, que se aplique su propio cuento. y la proxima vez que hable, hable de HECHOS (como los que yo he constatado) en vez de “sus percepciones”.
cuantas veces usas tu el castellano vito? seguro que eres el primero que cambia de idioma. Tal y como lo hace el señor Pau, o algunos de los que pululan aqui que proclaman a los cuatro vientos que hace años que no dicen una palabra en ese idioma, y lo piensan mantener asi.
“gente que usa SIEMPRE el catalan sea cual sea la lengua con la que se te dirigen”. EL PORCENTAJE ERA MAYOR, (pero practicamente identico) a la gente que siempre usaba castellano.”
No s’oblidi de llegir TOT el que diu aquella taula: (“entre els que parlen català”)
És a dir, hi ha un % de entre 20 – 30% de la població catalana que MAI podrà canviar a català, PER QUÈ NO EL PARLA.
Són els monolingües. Els que apareixen als fets.
Els seus insults formen part de les seves percepcions.
Vosté no constata res. Només ens parla del que vosté percep. I del que li parlen els seus amics.
Cuanta estupidez cuando das este ejemplo:
“Otra cosa. Si yo me encuentro circunstancialmente en Dinamarca por ejemplo, cambiaran ellos su idioma para entenderse oralmente en castellano o en catalán conmigo?? O tendré que adaptarme yo al suyo???. Cómo va esto?
En un sentifdo va de una manera i en sentido contrario de otra??.”
Porque los daneses, suecos, finlandeses,.. son como poco bilingues, y si supieran español o catalan te aseguro que contestarían en catalan o castellano, en cualquier caso utilizarán el inglés y no se encabezonaran en contestarte en danes si ven que no los vas a entender.
Ciudadano ejemplar … llevas razón !! Las familias ‘mixtas’ son fábricas de bilingües perfectos.
Aún así hay sectores castellanohablantes sociales, por ejemplo en Girona, que resulta que se han desarrollado como bilingües sociales gracias al contacto habitual con el catalán en la calle. Conozco castellanohablantes maternos en Girona que cualquier otro que no les conociera sería incapaz de distinguir si son maternos de una u otra lengua. Estamos hablando de castellanohablantes que adoptan el catalán como propia, aunque sea su segunda lengua. El 90% de la educación en catalán opino que es necesaria y no resta ni un ápice de calidad ni de uso en el castellano. Este factor viene compensado en que CASI TODOS los catalanes (catalanohablantes y no) somos consumidores habituales culturales en castellano (somos fans del castellano): cine, música, prensa deportiva, videojuegos y chistes XD. Tengo la sensación que el castellano es como la lengua de la cultura de consumo y el catalán es el valor añadido como una herramienta de cohesión e identitaria del conjunto de la sociedad catalana; pecularidad defendida en el si de España. El problema del catalán es que hay un sector del área metropolitana de Barcelona que apenas tiene contacto con el catalán, porque durante años no se les ha brindado la oportunidad (además de prohibido) y esto podría derivar en pérdida de cierto valor añadido sino se les ‘enchufara’ el catalán. Veo al conjunto de la sociedad catalana como la protagonista impulsora de la supervivencia del catalán y a muchos adquiriendo ese compromiso. Los castellanohablantes monolingües catalanes también pueden ser sensibles en positivo con respeto a la lengua catalana, de la misma manera que los catalanohablantes somos fans culturales de la lengua castellana (sí, en cuanto a cultura hay deficiencias en catalán, es cuestión de promocionarlo también en este sentido para ver si la gente se puede reenganchar también).
Precisamente el catalán sufre síntomas de regresión y extinción:
1- Cada vez se usa menos en los núcleos de las ciudades
2- Muchos términos del antaño catalán vulgar se están transvasando al lenguaje culto.
El compromiso de defender el catalán y otras lenguas minoritarias como patrimonio de España lo tendría que tomar también el conjunto de la sociedad española; pero eso es ya harina de otro costal …
Per la defensa del català i de la identitat de Catalunya sense fractures futils !!! No permetem el que està passant a València amb el valencià !! Per l’Espanya que molts voldriem. No a la independència de Catalunya sempre i quan se’ns respecti al 100 %.
El problema som els catalanoparlants que no parlem el català no sé ben bé per quin motiu.
Hola soy argentino y encuentro que esta chica ha escrito una larga serie de chorradas sin ningun asidero cientifico,lo que si veo es que a politicos y mas a politicos que viven de la politica como algunos de esquerra,les viene fenomenal esta tonta discucion sobre las lenguas, el catalan es de uso obligatorio en los colegios,lo se por mis niños,es una imposicion,no asi el castellano,el castellano correcto que parenden mis niños es por nuestra familia pero los chicos del pueblo algunos les cuesta entender el castellano, me parece que han llevado el tema politico a un nivel inaceptable,primero los politicos y luego se traslada a la calle,es triste,siguen creando un conflicto en vez de solucionarlo,ES COMO UNA GUERRA QUE NO ME GUSTA PORQUE ENFRENTA A LAS PERSONAS CUADO HAY PROBLEMAS MAS URGENTES Y GRAVES A SOLUCIONAR, PERO LOS POLITICOS COMO EN LA MAYORIA DE LOS PAISES,SOLO MIRAN POR SUS BOLSILLOS Y EL TEMA DEL CATALAN O NO CATALAN DA UNOS BUENOS EUROS DE VARIAS FORMAS !!