RevistaWeb
‘[Artur Mas] ha metabolizado que la única relación posible con España es la que permita la correlación de fuerzas y que, en este contexto, la amenaza de la independencia puede resultar útil a los intereses de los catalanes’
[&hellip
David Miró, periodista, en un artículo publicado en El Periódico el 20 de mayo de 2010.
‘Lo primero que hay que decir es que Mas no es un independentista ideológico, y que nunca lo ha sido. Un independentista jamás hubiera hecho a España la oferta que lanzó el 21 de octubre del 2002 en un acto en el Palau de Congressos: participación de CiU en la gobernabilidad del Estado a cambio de un Estatut nuevo que incluyera: 1) el reconocimiento de Catalunya como nación, y 2) el concierto económico.
[…] Mas no ha hecho nunca gala de ningún tipo de españolismo sentimental, como sí hacía y hace Pujol. En su interior, ha metabolizado que la única relación posible con España es la que permita la correlación de fuerzas y que, en este contexto, la amenaza de la independencia puede resultar útil a los intereses de los catalanes. No hay lugar para idealismos románticos, ni de un lado ni de otro. El líder convergente hace un frío cálculo y saca conclusiones: el debate sobre la independencia ha venido para quedarse, y ahora mismo no se puede descartar ni liderar sin provocar una fuerte ruptura sociológica, primero dentro de CiU y luego en el país en su conjunto. Así pues, es necesario navegar entre dos aguas.
Por eso, Mas, independientemente de lo que piense, no se definirá jamás como independentista (ni tampoco dirá que es español, como sí hizo José Montilla), aunque lo importante es que puede llegar a serlo si las circunstancias lo empujan a ello‘.
És una bona anàlisi d’en Mas. Jo no l’he tractat directament però conec alguns que sí , i ho defineixen així mateix.
Va començar de funcionari, em sembla que d’economista a la Conselleria de Turisme. Aleshores no era independentista i ara, tampoc. Neda entre dos aigües, això és veritat.
No tots el votants de CiU són separatistes. Per començar, ni tan sols Duran i Lleida ho és.
Jugar a l´independentisme de saló és un joc perillós i sobretot poc creïble en segons quines persones.
Convergència s’apuntarà al tren independentista, dues hores abans de que aquesta es proclam-hi.
Unió, ho farà dues hores després.
Perdò, “proclami”