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‘El partido o partidos que integren el Gobierno de la Generalidad surgido de las elecciones del otoño de 2010 no podrán exhibir ningún otro incremento en el autogobierno porque España no ofrecerá nada que negociar: la sentencia del Estatuto habrá dejado bien claro que dentro del sistema autonómico Cataluña no puede aspirar a nada más’
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Hèctor López Bofill, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra, el 10 de mayo de 2010 en Avui.
‘Será interesante, los próximos meses, comprobar la evolución del conflicto entre el independentismo social, por un lado, y la telaraña de intereses unionistas, por otra, en la que se incluyen las cúpulas de la mayoría de partidos con representación parlamentaria todavía atrapadas por la lógica que imponen los poderes fácticos. Esto será especialmente detonante cuando el Tribunal Constitucional rubrique los límites (y la agonía) del Estado autonómico. La decisión acabará de derrumbar los esquemas del sistema de la Transición porque aniquilará los mitos en los que el autogobierno catalán y buena parte de la sociedad se habían reflejado; a saber, que en Cataluña teníamos alguna capacidad de decidir dentro del orden español (decisiones que diez magistrados pueden invalidar incluso cuando las ejercemos a través de un referendo), y que España era una realidad plurinacional que respetaba los atributos nacionales de Cataluña a través de un pacto entre iguales.
Este período que ahora iniciamos se podría calificar como el del fin de la ambigüedad. Fin de la ambigüedad por parte catalana, que ya marca sin tapujos cuál es el horizonte final de su proyecto, pero el principal cambio es que la ambigüedad también se ha acabado por parte española: quedará claro que la relación entre Cataluña y España no es fruto de un pacto sino de una dominación, que cuando desde aquí decidimos una cosa allí nos la pueden tumbar con toda impunidad dado que solo a España le corresponde el poder de decisión final, lo que en teoría del Estado denominamos soberanía. Pero lo más dramático para el catalanismo es que esta evidencia se revelará no solo en el choque frontal de legitimidades que se desprende del Estatuto sino en todos los campos de la vida social. En los años 90 (época dorada de la ambigüedad) la Convergència de Pujol podía pactar sucesivamente con el PSOE y el PP a cambio de un tramo de rendimiento en el IRPF, de las competencias en materia de puertos, o del despliegue de los Mossos d’Esquadra, sin tener que discutir sobre los fundamentos del modelo. El partido o partidos que integren el Gobierno de la Generalidad surgido de las elecciones del otoño de 2010 no podrán exhibir ningún otro incremento en el autogobierno porque España no ofrecerá nada que negociar: la sentencia del Estatuto habrá dejado bien claro que dentro del sistema autonómico Cataluña no puede aspirar a nada más‘.
No hay choque de legitimidades en ningun sitio.
Lo que si puede haber es choque entre los que defendemos y siempre hemos defendido la CONSTITUCION como el marco de convivencia de todos los españoles, y los que pretenden romper y destruir ese marco de convivencia saltándose las leyes.
¿Y usted es profesor de DERECHO CONSTITUCIONAL?
Debería haberse buscado una profesion mas acorde a su mentalidad. Tal vez Herrador de caballos o entrenador de rinocerontes.
Autogobierno, autogobierno. El caso es no hablar de la crisis, ni economica ,ni social, ni del 3%, ni de la ineficacia de las autoridades y todos a defender su pesebre.A chupar del grifo sea en viajes o comidas de alto standing…
Desde el punto de vista más kelseniano de cualquier constitución, la elaboración del profesor tiene un punto de partida cuando menos lírico por no decir ya panfletario.
Desde el sentido común todas esas y muchas otras argumentaciones a favor de la seseción, del separatismo identitario y sectario rompen con el precepto catalán del seny y la rauxa.
El sentido común aconseja eliminar las autonomías de nuestra constitución, véase que le ha pasado a nuestros hermanos griegos, que luego de décadas de división territorial contra natura han tenido que morder y transar con la realidad, que no es otra que la que nos dice que nuestro camino como pueblo pasa por agrupar, agregar, sumar, y multiplicarnos dentro de la diversidad pero como una sola piña.
Quiero ver si tiene usted argumentos para contestar no a mi, sino al sentido común, y por cierto, pobres estudiantes los que usted enseña, se quedan con una parte de la misa cuando pagan por toda. Así va nuestro pueblo, que no país.
Cataluña con la constitucion es una comunidad autonoma y mientras todos los españoles no cambienos la constitucion cataluña solo puuede seguir siendo lo que es.
El nacionalismo catalan vive de fantasias.
Hay que ver cómo algunos tratan de hacernos pasar sus delirios personales por verdades… éste es profesor de Derecho…, otro, de Historia, aquel Cruz de Sant Jordi… una multitud de “técnicos” y “especialistas” sin ningún escrúlpulo en falsificar la realidad; porque ¿desde qué criterio se ha establecido que España es un “realidad plurinacional” y que la relación de Cataluña con España obedece a “un pacto entre iguales”?
Es urgente CERRAR el modelo autonómico ya con unas reglas COMUNES e IGUALES para todas las autonomías y con instituciones y foros donde se debatan sus problemáticas y se voten acuerdos que obliguen a TODAS: esto es, un sistema federal.
Quizás lo que procede, ya que hay catalanes que están tan defraudados con el nivel alcanzado en el Estado de las Autonomías, es anularlo, eliminar todo este entramado político-administrativo que ha ayudado tanto a hacer ingobernable España y a colocarnos en una situación económica insostenible. Volvamos a reflexionar sobre lo que realmente necesita España y no lo que desean tantos y tantos políticos que si tuvieran que ganarse el sueldo en la economía privada, no llegaría a mileuristas…..
Y por cierto, algunos….bastantes, deberían de pasar por los Juzgados.
Cierto
Cierto también que en un futuro muy próximo no solamente no podran aspirar a más poder del que en estos momentos poseen, sino que perderán gran parte de este.