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‘Sospecho que los excesos de los nacionalismos periféricos han despertado a otro nacionalismo que dormía en algún pliegue de la historia’
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Juan Carlos Girauta, escritor, el 4 de enero de 2010 en El Semanal Digital:
‘Las bases del decreto lingüístico de Feijoo merecen más atención y respeto que los recibidos hasta ahora. Los defensores de los derechos de los castellanohablantes en territorios con preeminencia nacionalista vienen desempeñando una tarea meritoria, en solitario, enfrentados a la hostilidad de los poderes autonómicos y sometidos al desprecio del poder central. Precisamente por eso deberían considerar si no ha llegado la hora de abandonar la actitud testimonial –digna de encomio, pero sin un solo logro hasta el momento– y tomar la iniciativa atacando en su línea de flotación la práctica de la inmersión.
[…] Feijoo ha dado un paso valiente, ha hecho algo nuevo, ha alterado los parámetros del debate y ha ofrecido a su partido la oportunidad de articular un discurso de difícil refutación sobre la lengua en la educación. Sumarse a él exige un cambio de estrategia y un abandono de la tradicional actitud testimonial, pero ofrece una gran recompensa: la posibilidad real de acabar con toda discriminación lingüística en la escuela.
De reivindicar derechos y libertades se pasa a exigir el cumplimiento de obligaciones: ya no existe tal cosa como la libertad de excluir lenguas oficiales de la enseñanza. Ninguna: ni el castellano en ningún lugar de España, ni el catalán en Cataluña, ni el gallego en Galicia, etc. ¿Estarán dispuestos quienes han librado la lucha más ingrata a sumarse a la iniciativa, a cambiar el esquema y legitimación de sus planteamientos, o preferirán seguir con una línea de protesta que se ha revelado estéril? Está por ver, pero sospecho que los excesos de los nacionalismos periféricos han despertado a otro nacionalismo que dormía en algún pliegue de la historia’.
Como si hubiera estado durmiendo alguna vez….
Tomeu sabe lo que es una nación artificial: no para de hablar dels PPCC.
Tot aquell que cregui que Espanya és una nació és nacionalista.
En girauta està patint una mutació o s’ha caigut del “guindo”.
Va marxar de la cope dient-li “anticatalán” al cesarvidal i avui a la tele ha reconegut dos fets difícils de reconeixer pels espanyolistes: que segons la gramàtica catalana, o castellana, els simbols d’una nacionalitat només es poden definir com a “nacionals”. I que el preàmbul de l’estatut no vulnera cap article de la constitució perque és limita a narrar un fet històric (que el parlament va definir Catalunya com …).
Aquí reconeix un principi encara més difícil: que no existeix cap dret a excloure una llengua de les escoles i convertir als nens en ignorants.
D’aquí a passar-se als defensors de la inmersió només cal donar el pas de reconeixer que el repartiment al 50% o al 33% no asegura un aprenentatge similar de les dues llengües.
Yo defiendo la inmersión lingüística para los de Vic, Olot y Gerona, por ejemplo. Pero en castellano, dado el déficit que arrastran; ellos también tienen derecho a conocer -no sólo los rudimentos- la lengua castellana, oficial en el lugar donde viven. Es un derecho de los niños que los políticos les quieren quitar.
tomeu, si tanto te gusta saber resultados sobre encuestas soberanistas y tal y cual, ¿por qué no venís a Valencia a preguntarnos si queremos pertenecer al Paisos Catalans? ¿no decis que la voluntad del pueblo es llo principal? ¿o os da miedo preguntarnos a nosotros porque ya sabeis la respuesta?
I a Mallorca també.
Siempre existiran nacionalismos, todos ellos rancios, el español también. Pero de eso, a decir que España ha sido un reino de taifas es dar demasiado a los nacionalimos periféricos. España será siempre una, que contiene una rica história, común desde Viriato, Numancia y demás. Los nacionalistas son minorías, que están afectando al Estado por el puñetero pasteleo de las alianzas políticas.
Por desgracia, somos España, si fueramos Francia, Italia o Alemania -que también tienen sus identidades y lenguas como aquí- esto no pasaría.
Son lo suficientemente inteligentes para diferenciar que lo importante son los ciudadanos y no los territorios, pero con plaza pública común por historia.
Los nacionalismos, son dos extremos que se necestian, el español y los otros.