Las JERC de Barcelona reparten hoy unas pegatinas con las proclamas que lanzó Joan Tardà en el trigésimo aniversario de la Constitución. Tratando de devolver el sentido de la realidad a la política, la Agrupación de Jóvenes de Ciudadanos – Partido de la Ciudadanía hace las siguientes consideraciones:

En primer lugar, destacar que ser republicano no es desear la muerte de nadie, “Borbó” o no, ni lanzar proclamas huecas de “Viva la república” mientras se persiguen los derechos y las libertades que nos hacen ciudadanos. Además de denunciar políticamente a ERC, sólo por eso se le debería multar por publicidad engañosa. No se puede presentar como republicano lo que es reaccionario, como progresista lo que es regresivo, como moderno lo que no es más que nostalgia por un pasado mítico que ni ha existido, ni por supuesto va a volver.

En segundo lugar, que la campaña de las JERC exaltando el “Mori el Borbó” del señor Tardà es una nueva muestra del ramalazo freakie y bravucón de Esquerra y sus satélites, empeñados en consignas de hace 300 años a las que recurren obsesivamente a falta de un mensaje en positivo, tergiversando el pasado, para encontrar allí la legitimidad que les niega su incapacidad para resolver los problemas del presente y hacer frente a los retos del futuro. Si se trata de recuperar eslóganes de otra época, nos quedamos con otro clásico que, a la vista del tripartito (del que el máximo responsable es el PSC-PSOE), no ha perdido actualidad: el grito de “Mori el mal govern”, ese “mal govern” que deja a los ciudadanos a los pies de los caballos, que les da la espalda en medio de una crisis económica sin precedentes, que se desentiende del aumento del paro en los sectores industriales y que se burla de todos los contribuyentes gastando los recursos que tiene a su disposición en embajadas, subvenciones a afines, fiestas, campañas y fuegos de artificio que nada aportan al bienestar de los ciudadanos. El “mal govern” de que hace descarada ostentación Esquerra en su última campaña de propaganda: “Estem construint un Estat propi. Disculpin les molèsties”. Pues sí, molestan.