RevistaWeb
‘Las oficinas de la Generalitat en el exterior totalizan -¡horror!- 40 empleados, pero nadie explica cuántos miles de funcionarios y contratados tiene la diplomacia española desplegados por el mundo’
[&hellip
Joan B. Culla i Clarà, historiador, el 14 de noviembre de 2008 en El País:
‘Con todo, lo más curioso de esta cruzada a favor del ahorro y la austeridad en el gasto público es su carácter absolutamente unidireccional: los “excesos económicos” sólo son reprobables si aparecen asociados con alguna forma de nacionalismo catalán o de intencionalidad identitaria. Al vicepresidente Carod se le imputa un enorme “gasto en pancatalanismo mundial” (sic), pero nadie acusa al Instituto Cervantes -con un presupuesto 20 veces superior al de las subvenciones incriminadas- de promover el panespañolismo planetario. Las oficinas de la Generalitat en el exterior totalizan -¡horror!- 40 empleados, pero nadie explica cuántos miles de funcionarios y contratados tiene la diplomacia española desplegados por el mundo. Y desde luego, esos diarios tan críticos e insobornables no preparan ninguna investigación periodística acerca de la política de subvenciones y gastos suntuarios de la Generalitat valenciana o de la Comunidad de Madrid. ¿Acaso no sería interesante saber cuánto dinero público ha pagado el presidente Camps por el circo de la fórmula 1 o qué sumas destina la presidenta Aguirre a agitación y propaganda, si sólo el fracasado filme Sangre de mayo le ha costado 15 millones de euros?
En fin, la campaña está ahí, persistirá, y sería erróneo desdeñar su capacidad envenenadora y distorsionadora de la imagen de Cataluña en el resto del Estado. Porque esto es lo peor, lo más nocivo de tales fabricaciones mediáticas: que, fuera del principado, influyen y contaminan incluso a aquellos que no se las creen, o no del todo. Les pondré un ejemplo reciente, publicado en estas mismas páginas. En la entrevista que EL PAÍS le hizo el pasado día 2, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, respondía a las demandas catalanas de una mejor financiación con un dato -la televisión autonómica extremeña sólo cuesta 14 millones al año-, una pregunta -“¿cuánto gasta en el ámbito lingüístico Cataluña?”- y una conclusión: “Uno prioriza el gasto como quiere”.
Y bien, si en 2008 un político de izquierdas, un hombre joven, culto y con título universitario como Fernández Vara, aún no ha entendido que la política lingüística de Extremadura la hace el Estado y la pagamos entre todos; que los medios de comunicación públicos potentes, capaces de explicar el mundo en la lengua de los extremeños, son los de Radiotelevisión Española y también los pagamos entre todos; que para la Generalitat la defensa, potenciación y promoción del catalán no es ni un capricho, ni un lujo, ni un gasto superfluo, como no lo es la promoción del castellano para cualquier gobierno español; si, a estas alturas, todavía cabe plantear la disyuntiva entre más ordenadores en las escuelas o dinero para el catalán, entonces que nadie se sorprenda de ver crecer, por estos predios, el cabreo y el desapego hacia España’.
Los funcionarios de las embajadas españolas lo están al servicio de todos los españoles. Y los catalanes se benefician especialmente de estos servicios. Por eso es un despilfarro y un contrasentido
Venga ya… que se te ve el plumero. Lo que gasta la diplomacia española es en todo el mundo y en todas sus embajadas. Lo de Cataluña en unas pocas y duplicando funciones de la diplomacia española, cuando no entorpeciéndola y desprestigiándola como ha ocurrido en ocasiones.
No hace falta que envenene ningún medio. Eso ya lo hacéis vosotros cada vez que reclamáis privilegios, habláis de imperialismo, reinventáis la historia y decís que los españoles no os comprenden. Y además tratáis de modelarlos a vuestra imagen y semejanza en el caso de los catalanoparlantes.
Lo que ocurre es que ahora gente como Fernández Vara (“culto, con título universitario y de izquierdas”) se está dando cuenta de que como sigan “comprendiendo la mentira”, se van a terminar quedando mas solos que la una y no les va a votar nadie.
Pero hombre, España tiene embajadas en todo el mundo como corresponde y lo de Carod son 4 chiringuitos que no sirven para nada, ¡cómo vas a comparar!Lo del Cervantes es lo mismo, sirve a un idioma hablado por muchos millones de personas en el mundo …¡CÓMO VAS A COMPARAR!
Que éste sea uno de los principales columnistas de la edición catalana de El País dice mucho del maniqueismo nacionalista que ha asumido ese diario y el PSC.
En efecto Iliemo, el grupo Prisa es quizá el mayor valedor del nacionalismo, su mayor defensor. Solo hay que leerlo con detenimiento. ¿La causa?
http://www.elconfidencial.com/cache....risis.html
L´instituto Cervantes oferta cursos d´espanyol i val a dir que amb força èxit ja que la demanda és ben superior a l´oferta disponible. L´institut Ramon Llull fa si o no fa el mateix, però en relació amb el català: res a dir. Ara bé, les pseudoambaixades de la Generalitat no hi pinten res.
La Generalitat disposa, a travès del Copca d´una xarxa de 35 centres de promoció de negocis que han potenciat el comerç i la inversió de les empreses catalanes arreu. El seu èxit és indiscutible per la senzilla raó de què obeeixen a una demanda existent entre les empreses catalanes. Aleshores quina és la funció de les pseudoambaixades? Cap ni una. El seu status no és ni diplomàtic (no han demanat cap plàcet al govern dels país on operen) ni comercial ni res que se li assembli. Són centres on es col-loquen familiars i les persones afectes al règim per fer creure als malinformats que Catalunya té una política exterior independent de la d´Espanya. Pura farsa.
Este señor cada día está peor… Precisamente lo que se critica de las embajadas catalanas es precisamente eso, que Carod crea que son embajadas y que intenten desempeñar un papel político. Si esas 40 personas trabajan para promocionar Cataluña pues los resultados hablarán de su oportunidad, otra cosa es pretender que sean representantes de un país imaginario.
¿Alguien me explica qué es eso de “explicar el mundo en la lengua de los extremeños?
Uno más que vive en la “bombolla” y confunde deseos con realidades. El problema es que las pseudo embajadas de Carod solo sirven para hacer “realidad” la fantasía de estos iluminados. Un juguete más en manos de estos personajes.
Como jugar a las casitas pero con nosotros, los ciudadanos.
Juegan a los Estados… Aunque no somos Estado vamos a hacer como si lo fuesemos, je je… que diver… Me pongo Embajadas, impongo lenguas, exijo la biteralidad, me construyo un “espai català de comunicació”, me comparo con otros Estados….
Si cuela cuela y política de hechos consumados.
Y la ciudadanía que no habita la “bombolla” alucinada o atontada y en cualquier caso paralizada.
Esperemos que no por mucho tiempo.