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“Convergència no permitiría que una persona de Unió liderase CiU. Hasta ahora ha sido así e imagino que puede seguir siendo igual. Pero Unió no puede renunciar toda la vida a que uno de los suyos pueda dirigir la federación”
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Josep Antoni Duran i Lleida, presidente del Comité de Gobierno de Unió Democràtica de Catalunya, el 26 de octubre de 2008 en una entrevista en El Periódico (parte 1, parte 2):
“Una coalición de CiU y ERC no ofrecería centralidad. Con la ERC de hoy no habría centralidad. […] ERC radicaliza demasiado el tema nacional. […] Por lo tanto, yo no deseo un Gobierno [autonómico] CiU-ERC. Sé que en Convergència, e incluso en Unió, hay personas que pueden desearlo. Pero yo no participaría en un proyecto que se alejase de la centralidad. Otra cosa es que en una alianza de CiU y el PSC pudiese participar también ERC.
[…] ERC aleja al Gobierno [autonómico] de la centralidad y lo arrastra hacia posiciones radicales. Si fuésemos aliados en el Gobierno [autonómico], ERC nos condicionaría y sé que radicalizaría nuestros planteamientos. Y eso no sería bueno para Cataluña. A Cataluña no le conviene que nos encerremos en una mayoría nacionalista.
[…] Cataluña está en un momento histórico especial. La relación de Cataluña con el Estado ha quedado completamente deteriorada como consecuencia del largo debate estatutario. Hay responsabilidad propia de Cataluña y del conjunto de España. Cataluña ha dejado de influir en España. Hoy con el tripartito en la Generalidad y un Gobierno hermano en España, Cataluña influye menos que nunca en la política española. Hay que recuperar esa influencia. Defendemos la continuidad de la federación, pero Unió tiene la obligación de prepararse por si algún día es inviable. […] Es muy difícil que un líder de Unió dirija la federación. Convergència no permitiría que una persona de Unió liderase CiU. Hasta ahora ha sido así e imagino que puede seguir siendo igual. Pero Unió no puede renunciar toda la vida a que uno de los suyos pueda dirigir la federación.
[…] Estoy convencido de que al final [el PSOE] vendrán a buscar nuestro apoyo. […] La crisis ha obligado a aceptar un incremento del déficit público. Y, una vez aceptado esto, una parte del incremento del déficit podría destinarse a la financiación autonómica. […] Puede parecer contrario a la lógica, pero cuando el objetivo era no tener déficit público, asumir un déficit del 1% para resolver la financiación parecía muy difícil. Pero una vez que la crisis ha obligado a abrir la puerta al déficit, pasar del 2% o el 2,5% al 3% o al 3,5% parece más fácil. Así que la crisis abre oportunidades para resolver esto”.
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