RevistaWeb
‘Unas horas antes, en una entrevista en El món a RAC1, su esposa Anna Hernández contó que, las pocas veces que se enfada, Montilla da miedo. Confieso que, en un acto de maldad del que me avergüenzo, pensé que también asusta cuando hace discursos’
[&hellip
Sergi Pàmies, escritor, el 1 de octubre de 2008 en La Vanguardia:
Al comunista Enrico Berlinguer le apodaban “culo de hierro” por su capacidad para resistir horas de reunión sin inmutarse mientras los demás salían a estirar las piernas o vaciar la vejiga. Viendo al presidente Montilla, sospeché que también pertenece a esa clase de superhéroes de la resistencia. Sin el encanto de los políticos locuaces y embaucadores, sin la simpatía irresponsable de los frívolos, con un discurso en el que, en lugar de mentir, se acumulan datos de efecto barbitúrico, Montilla desarma a su auditorio con sus superpoderes: la monotonía de una oratoria de hormigonera, circular, espesante y sin destellos de ironía, puro manual de instrucciones.
[…] De vez en cuando, el superhéroe bebía un poco de agua y retomaba su velocidad de crucero, llevándose por delante bostezos y distracciones, detectando dificultades y puntos débiles y reafirmándose en la voluntad de paliarlos. En la parte final, sufrió un bajón durante el cual se le trabó la lengua más de la cuenta, pero se recuperó y culminó su intervención – ni breve ni leve, igual que la crisis- solemnizando obviedades y enfatizando buenos deseos. Unas horas antes, en una entrevista en El món a RAC1, su esposa Anna Hernández contó que, las pocas veces que se enfada, Montilla da miedo. Confieso que, en un acto de maldad del que me avergüenzo, pensé que también asusta cuando hace discursos.
Brillante descripción.
Sólo le encuentro un PERO.
Dice ” un discurso en el que en lugar de MENTIR…”
Pues anda que, de tantas mentiras como llega a decir le podía haber crecido la nariz como a Pinocho.