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‘Era inevitable: una sociedad enferma antes o después acaba gobernada por un líder enfermo. Hoy Ibarretxe es la representación fiel de una determinada concepción, afortunadamente no única, del nacionalismo que domina y pretende seguir haciéndolo aunque para ello haya que vender frustración, explotar el victimismo, deformar la realidad, ser insensible al sufrimiento del vecino, minar la fibra moral de la sociedad y provocar en definitiva la división entre vascos’
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Emilio Guevara Saleta, ex diputado autonómico del PNV, el 27 de septiembre de 2008 en El Correo:
Era inevitable: una sociedad enferma antes o después acaba gobernada por un líder enfermo. Hoy Ibarretxe es la representación fiel de una determinada concepción, afortunadamente no única, del nacionalismo que domina y pretende seguir haciéndolo aunque para ello haya que vender frustración, explotar el victimismo, deformar la realidad, ser insensible al sufrimiento del vecino, minar la fibra moral de la sociedad y provocar en definitiva la división entre vascos. Sólo alguien que ha prescindido de la razón, o la ha perdido, es capaz de transformar la tenacidad en obstinación, la búsqueda de un objetivo en obsesión, la convicción o las ideas en fanatismo, la firmeza en intolerancia e inflexibilidad, el optimismo en autocomplacencia, y caer en un autismo cada vez más acusado. Sólo alguien que ha perdido toda capacidad para la observación y la autocrítica, así como el sentido de la realidad y de la proporción, puede sentirse agredido en sus derechos, ignorando y despreciando un hecho objetivo: son aquéllos que no piensan como él y sus correligionarios los que en Euskadi sufren un déficit democrático que no existe ni en el resto de España ni en ningún país moderno regido por la razón y los valores esenciales de la democracia. Sólo un enfermo moral puede tener cuajo y estómago para no distinguir entre verdugos y víctimas, para no percibir quiénes son realmente unos y otros, y para no colocarse incondicionalmente con los segundos.
Desde luego, los dirigentes del PNV deberían reflexionar con las palabras de Guevara.