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‘[…] La Transición fue un período de debilidad relativa del nacionalismo español. La primera legislatura de un Zapatero frívolo y desorientado, también’
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Vicenç Villatoro, periodista y político, ex director de Avui y ex diputado autonómico de CiU, en Avui, el 24 de agosto de 2008:
‘El catalanismo es fundamentalmente una demanda de lengua, dinero y poder. Se puede decir mejor. Podríamos decir que el catalanismo es un movimiento que quiere mantener la identidad cultural catalana -centrada muy especialmente en nuestro caso en la lengua-, incrementar el bienestar y el progreso de los catalanes y conseguir el máximo de autogobierno para Cataluña. Pero en el fondo es lo mismo. Un estatus para el catalán en el espacio público, recursos económicos para mantener el tejido industrial y unas competencias que nos permitan decidir sobre nuestro futuro. Lengua, dinero y poder.
[…] En esta disputa por la lengua, el dinero y el poder, cuando el nacionalismo español se sienta más o menos inseguro, se plantea hasta dónde puede ceder. En circunstancias normales, se plantea dónde se ha de plantar. Pero cuando se siente fuerte por alguna cosa -o cuando cree que su adversario atraviesa un periodo de debilidad-, su preocupación es qué parte del territorio cedido puede recuperar. Para entendernos, en la disputa de la lengua, el dinero y el poder que abanderará esplendorosamente este septiembre el nacionalismo español entra con ánimo de reconquista. De recuperación de espacios perdidos.
[…] La Transición fue un período de debilidad relativa del nacionalismo español. La primera legislatura de un Zapatero frívolo y desorientado, también.’
Muy bien dicho.
el catalanismo es una demanda de renunciar a una parte sustancial del patrimonio cultural catalán y amputarlo y reducirlo por una obsesión propia de los romanticismos del siglo XIX de buscar la pureza identitaria de la tribu, algo totalmente anacrónico en el año 2008.