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‘España es un Estado que pertenece a la familia de los estados federales; no es, por tanto, en modo alguno, una confederación. Sin embargo, el estatut de Catalunya ha sido configurado en varios de sus aspectos principales – competencias, relaciones con el Estado, financiación – según una filosofía confederal. Este Estatut, considerado como un pacto bilateral, va contra el federalismo, es antifederal: de ahí provienen la mayoría de sus problemas constitucionales’
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Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional de la UAB, en La Vanguardia, el 7 de agosto de 2008:
‘Todo ello nos reconduce a un problema más general que plantea el conjunto del nuevo Estatut. En efecto, en muchas de sus partes, el Estatut responde más a un modelo confederal que a uno federal. Cuando se repite una y otra vez que el Estatut es un pacto entre Catalunya y España, que la Generalitat debe tener por razones históricas un trato diferencial y que la bilateralidad debe ser la regla general en sus relaciones con el Estado, se están haciendo afirmaciones que no tienen cabida en la Constitución. Federalismo y confederalismo tienen muchas diferencias que ahora no hay espacio para detallar.
Pero una de ellas es fundamental: la confederación no es un estado sino una unión de estados soberanos y la norma fundamental que rige una confederación es un tratado internacional entre estos estados que debe ante todo preservar la igualdad entre los mismos. Por el contrario, un estado federal – que no es una unión de estados, sino un estado unitario – tiene como norma básica una Constitución, es decir, una ley suprema producto, no de un acuerdo entre estados, sino entre ciudadanos, cuya finalidad básica es preservar su igualdad de derechos fundamentales.
Con todas las variables que se quieran, que son pocas, España es un Estado que pertenece a la familia de los estados federales; no es, por tanto, en modo alguno, una confederación. Sin embargo, el estatut de Catalunya ha sido configurado en varios de sus aspectos principales – competencias, relaciones con el Estado, financiación – según una filosofía confederal. Este Estatut, considerado como un pacto bilateral, va contra el federalismo, es antifederal: de ahí provienen la mayoría de sus problemas constitucionales. Es en este punto donde el Tribunal Constitucional debe sentar una doctrina clara y terminante, sin dejar resquicio alguno a dudas y confusiones. Como, por ejemplo, las que está produciendo en estos momentos la financiación de la Generalitat.’
Pués aunque el Sr. De Carreras esté en lo cierto, lo que los partidos nacionalistas están vendiendo es la misma mercancía de siempre … Y desde ya hace unos meses el “TAM-TAM” viene sonando con mayor intensidad, y a mayor velocidad, de manera que ya nos podemos esperar los catalanes la que se nos avecina …
Antes sin Estatuto, ¡¡TENÍAMOS PROBLEMAS!! Hoy, seguimos teniéndolos, pero, una vez votado, refrendado por las urnas y posiblemente “maquillado” desde la legalidad constitucional, podemos prever la ristra de declaraciones de cada “desayuno informativo” y “Telenoticias Catalán” …
De nuevo a CAT se le ningunea … El “Estado Español” no acepta la palabra del pueblo catalán … España quiere anular la libertad expresada libremente en las urnas … Y, a partir de aquí a encender la llama de la culpa española y el caldo de cultivo hacia la “pena de ser catalán” en una España que ni nos quiere ni nos comprende … ¡¡Lo de siempre!! (Si de tanto repetírnoslo lo tenemos asumido) …
Por desgracia, ese “Estatuto” nació bendecido por una “mano negra” -que quizás con mejor criterio, y a sabiendas de los problemas que podía generar- sería el detonante para justificar a posteriori actitudes mucho más separatistas y hostiles, en aras de la consecución de objetivos separatistas … De momento disfrutamos de la playa… Pero, el “TAM-TAM” se oye desde la Costa Brava hasta el Delta del Ebro, así que, ¡¡OJO AL DATO!! …