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‘El AVE comienza a recoser los desgarros provocados por el griterío de la política politizada y el periodismo de campanario’
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Enric Juliana, director adjunto y delegado en Madrid de La Vanguardia, el 5 de mayo de 2008:
‘Este fin de semana, doscientos años después del 2 de Mayo de 1808, la única lengua no castellana que se oía hablar en todas las esquinas del centro de Madrid, era el catalán; no el francés del mariscal Murat.
[…] En los estertores del franquismo, cuando el régimen se descomponía, se hablaba y se escribía mucho sobre la distancia que separaba el país oficial del país real. ¿Vuelve a repetirse ahora el mismo fenómeno? Visto lo visto este fin de semana en Madrid, podría decirse que sí. El foco obsesivo de la política y del periodismo de combate no es un fiel reflejo del humor social, como quedó perfectamente demostrado en las elecciones generales del 9 de marzo.
[…] Este fin de semana se ha visto en Madrid, gracias al tren de alta velocidad y su extraordinaria capacidad para generar nuevas proximidades psicológicas, nuevas apetencias y posibilidades de intercambio. El AVE comienza a recoser los desgarros provocados por el griterío de la política politizada y el periodismo de campanario.
En 1808, el viaje de Barcelona a Madrid era una odisea. Hoy, es una confortable excursión. Una nación (sea unitaria o federal, Nación en mayúsculas o nación de naciones), siempre es un mapa. Un mapa mental’.
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