Cataluña
Mas estudia convocar una consulta secesionista “sin vinculación jurídica” para tratar de saltarse la ley
Independientemente del procedimiento utilizado para llevar a cabo una consulta, los tribunales han establecido en reiteradas ocasiones que una administración solo puede realizar preguntas sobre aquellas cuestiones en las que tiene competencias, por lo que las fórmulas que baraja el presidente de la Generalidad tienen poco recorrido legal.
El principal contratiempo con el que se encuentra el presidente de la Generalidad, Artur Mas, a la hora de celebrar su referendo secesionista es la falta de legalidad que la ampare. Para ello, el dirigente nacionalista tratará de buscar las fórmulas que le permitan soslayar la ley.
Este miércoles, durante una entrevista en Catalunya Ràdio, ha planteado una de las posibilidades que baraja, que sería la de convocar una consulta no vinculante en vez de un referendo:
“Los marcos [legales para celebrar la consulta] estarán, otra cosa es que estos marcos estén vigentes o no estén vigentes, pero los marcos estarán. Y siempre encontraremos alguna vía para darle un marco de legalidad a una consulta así. Lo que pasa es que, no nos engañemos, no es lo mismo hacer un referendo autorizado por el Estado, con todo tipo de detalle y con vinculación jurídica sobre la decisión, que hacer una consulta, organizada por las instituciones catalanas, donde expresará su opinión pero sin vinculación jurídica el pueblo de Cataluña. Esto sigue teniendo un valor muy grande, pero no tiene exactamente el mismo valor que un referendo vinculante”.
Las consultas municipales como precedente
El presidente autonómico ha recordado las consultas secesionistas municipales celebradas entre septiembre de 2009 y abril de 2011, que pese al ilimitado apoyo institucional y mediático que recibieron (intensa promoción por parte de medios públicos y subvencionados, llamamientos a votar por parte de los principales políticos y sindicatos, y cesión de materiales y espacios de la Generalidad, entre otras cuestiones) registraron una participación final acumulada del 18%.
“Las consultas [municipales] que se han hecho no las han hecho las instituciones catalanas, las han hecho algunas organizaciones de la sociedad civil catalana amparadas por algunas instituciones, básicamente ayuntamientos, sin un marco legal aprobado al menos por el Parlamento [autonómico] de Cataluña. Ahora estamos hablando de otra cosa. Aquello tuvo su importancia porque construyó esta conciencia, esta mentalidad, esta necesidad, esta transversalidad en la sociedad catalana, todo eso fue muy útil. Ahora estamos hablando de otra cosa. Estamos en otro estadio de todo este proceso”, ha subrayado Mas.
El entrevistador le ha advertido del riesgo de organizar “una cosa que alguien diga que es de feria”. A lo que el líder nacionalista ha respondido que “alguien lo dirá siempre” porque “nuestros adversarios no se andan con chiquitas”.
La búsqueda de fórmulas para burlar la ley
CiU trabaja desde hace años en encontrar un mecanismo con el que burlar la ley y poder celebrar una consulta secesionista desde la Generalidad. La fórmula consistiría en intentar alejarse de los aspectos legales que definen un referendo -para cuya convocatoria es necesaria la autorización del Gobierno-. Así, se sustituiría el censo electoral por el padrón municipal (aunque la Generalidad no tiene acceso al mismo y, además, incluiría a los extranjeros) y, en vez de la junta electoral, se establecería una comisión de control, formada por juristas de prestigio.
Sin embargo, esta estrategia tiene poco recorrido, puesto que la sentencia 31/2011 del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto, en su fundamento jurídico 69, avaló que la Generalidad puede regular y convocar consultas populares, pero dejó claro que únicamente las puede llevar a cabo si ‘se ciñen expresamente al ámbito de las competencias autonómicas y locales’, lo que, obviamente, no incluye aspectos relacionados con la independencia.
También está la sentencia 103/2008 del Tribunal Constitucional sobre el referendo para ejercer ‘el derecho a decidir del Pueblo Vasco’ propuesto por el entonces lendakari Ibarretxe, que estableció que, aunque se presentó como una ‘consulta no vinculante’, en realidad se trataba de un referendo, por lo que era necesaria la autorización del Gobierno. Y, además, dictaminó que como el contenido de la misma ‘no puede dejar de afectar al conjunto de ciudadanos españoles’, esta consulta no podía ser convocada por una Comunidad Autónoma.
De hecho, el Estatuto de Autonomía de Cataluña también lo deja claro. Según el artículo 122, ‘corresponde a la Generalidad la competencia exclusiva para el establecimiento del régimen jurídico, las modalidades, el procedimiento, la realización y la convocatoria por la propia Generalidad o por los entes locales’ de cualquier ‘instrumento de consulta popular’. Pero fija un límite al asunto sobre el que se puede consultar, que es ‘el ámbito de sus competencias’.
El propio Consejo de Garantías Estatutarias de la Generalidad, en su dictamen 15/2010, de 6 de julio, sobre una ‘propuesta de consulta popular por vía de referendo sobre la independencia de la nación catalana’, concluyó que esta era inconstitucional, entre otras cosas, porque el objeto de cualquier consulta popular convocada, ya sea mediante referendo o por otro procedimiento, debe ‘tener cabida dentro de las competencias de la Generalidad de Cataluña’. Este dictamen ha servido, incluso, para que la mesa del Parlamento autonómico haya rechazado diversas propuestas para celebrar consultas secesionistas.
Retorcer la pregunta
Otro método que podría intentar llevar a cabo la Generalidad sería planteando una pregunta indirecta. Es decir, no preguntar a los ciudadanos si están de acuerdo con la secesión de Cataluña, sino si están de acuerdo en que la Generalidad, en el uso de sus competencias, tome las ‘iniciativas’ necesarias para plantear al Gobierno o las Cortes Generales las modificaciones legales pertinentes para la independencia.
Esta es un fórmula que ya propuso el ex diputado autonómico de Solidaritat y ex dirigente de CDC Alfons López Tena en un artículo publicado en diciembre de 2008, y que supondría, sin duda, un fraude de ley que difícilmente pasaría el filtro del Tribunal Constitucional:
‘También legal sería un referendo sobre el derecho a decidir o la independencia, pero solo si se plantea como reforma constitucional, instando a la Generalidad a que la promueva. No es legal preguntar ¿Quiere el concierto económico?, ni ¿quiere que se reconozca el derecho a decidir del pueblo de Cataluña?, ni ¿quiere que Cataluña sea un Estado independiente?, pero son plenamente legales y constitucionales cada una de estas preguntas y referendos si empiezan: ¿Quiere que la Generalidad promueva las reformas legales (o constitucionales) necesarias para que…
Cada concreta convocatoria necesita la autorización del Estado, por imposición del artículo 149.1.32 CE. Hay que quitar al Gobierno español la coartada de la legalidad, y plantear preguntas que sean plenamente constitucionales, de forma que su eventual negativa a autorizar la convocatoria no pueda basarse en la legalidad sino en la mera voluntad política’.
El riesgo de la baja participación ante una consulta alegal
Así las cosas, y constatando que ninguno de estos procedimientos tiene un recorrido jurídico muy largo, la única alternativa viable que le queda a Mas sería la celebración de una consulta organizada por entidades privadas, ajenas a la Administración autonómica, similar a los referendos secesionistas municipales citados anteriormente. El hecho de que no se trataba de una consulta ni legal ni vinculante influyó, sin duda, en que la participación fuese escasa. Y no parece que ese sea un riesgo que el presidente de la Generalidad esté dispuesto a asumir en estos momentos.
Durante una entrevista realizada en mayo de 2012 en 8TV, le plantearon a Mas esta cuestión. “Imagine por un momento que las personas que están a favor del ‘no’ no quieren participar en la consulta porque dicen que no es vinculante y no es legal”, indicó el periodista Josep Cuní, ante lo que Mas mostró su desconcierto:
“Si fuese legal también pueden no participar, no están obligados a participar. En cualquier caso, si no les interesa, no participarán. Si ellos detectan que la forma de deslegitimar el proceso es no participar, tampoco participarán si [la consulta] es por la vía del referendo. Pero el ridículo lo harán ellos, porque después no podrán decir que tienen razón. En democracia las decisiones se toman en las urnas, yo no sé ninguna otra forma de tomarlas. Podrán desentenderse de este proceso, pero si se desentienden es como si no estuvieran. Quedan borrados del mapa, fuera de la foto. Porque será evidente que el pueblo de Cataluña quedará llamado a pronunciarse”.
Artur Mas dice él y sus palmeros de los medios de comunicación que es el 129 president de la Generalilat,
UNA TROLA COMO UN CASTELL:
http://www.youtube.com/watch?v=OgDqmlCRiMg
desmontando su mentira -(se nota que no es de La Seva)
POBRE CATALUÑA DE SER LA ALEMANIA DEL RESTO DE ESPAÑA, ENVIDIADA Y EJEMPLAR ,A QUEDAR COMO RIDICULA Y POBRE SI TARRADELLAS LEVANTARA LA CABEZA SE VOLVERIA A FRANCIA
MARAVILLAS DE LA SANIDAD PÚBLICA CATALANA:
1. EL ROBO MÁS GRANDE DE LA HISTORIA
EN LA SANIDAD PÚBLICA CATALANA
http://www.cafeambllet.com/press/?p=17005
2. CATALUÑA ES FINLANDIA O GUINEA ECUATORIAL?
http://www.cafeambllet.com/press/?p....ment-16951
ESTE LO QUE REPRESENTA ES LA RUINA PARA CATALUÑA
PERO EL SUELDO ES TE TRACA
LOS NACI-ONALISTAS QUE TODO LO HACEN POR LA PASTA
VENDO BARRETINAS
SR. MAS: YA HUBO DOS AÑOS DE CONSULTAS SOBERANISTAS Y NO APRENDIÓ NADA.QUE LOS AYUNTAMIENTOS ALQUILEN TRENES PARA LLEVAR A LOS INDEP. A LA PLAZA DE ORIENTE A VER EL GENERALITO-PERDÓN A LA P. DE SANT JAUME -,NO INDICA NADA.CLARO QUE HAY MÁS DE 300 MIL ANTIESPAÑOLES.PERÓ NO TODOS LO SOMOS PORQUE OBJETIVAMENTE NO HAY MOTIVOS Y NADA A GANAR.
Sr. Mas, ¿por qué no se va a casita? Reconozca que la política no es lo suyo, es un fracasado de la cosa
¿Consulta sin vinculación jurídica? Eso es como ir al médico y que te diga: “Tendrá o no tendrá una infección; tómese o no se tome lo que le receto; y se curará o no. Es jugar a dos barajas, la de ganar y la de no perder. Que la cosa no responde a lo que el Sr. Mas pretende, pues no pasa nada; puede seguir con sus ínfulas porque al fin y al cabo la consulta no le obliga a nada. Y si le sale positivo y luego entiende que no le conviene, estamos en lo mismo. Y eso es lo que no comprendo, que se juegue con sentimientos, ideas y opiniones como si fuera jugar a los dados.