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‘Entre todos hicieron lo que se le vendió a la gente como el paso del Estatut a pedales al Estatut 2.0. Como el definitivo arrinconamiento de todos los miedos y complejos. Por desgracia si te sentabas a leerlo la realidad era muy otra. Les había salido un texto kafkiano, un Estatut de Frankenstein’
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Anna Grau, periodista, en un apunte en su blog en el diario Cuarto Poder el 30 de junio de 2010.
‘[…] Mira que se podían hacer cosas. Relanzar la cultura catalana en el extranjero y en la misma España, donde hace mucha, mucha falta, que la cultura catalana sea asumida como propia. Relanzar el diálogo social. Buscar soluciones imaginativas a los retos de la inmigración y de la dependencia. Preguntarse por qué las multinacionales se instalan cada vez menos en Barcelona y más en Madrid. Aprovechar las nuevas y casi infinitas posibilidades de complicidad entre gobiernos del mismo signo en España y en Cataluña para aprobar asignaturas pendientes como la financiación autonómica, sin necesidad de marcar paquete para volverse a casa envuelto en un halo de gloria… y con las manos vacías, que es lo que suele suceder.
Muchas cosas eran posibles que ni siquiera se intentaron. O lo intentó Maragall un rato hasta que su misma gente le puso la zancadilla. Eran tantos a pelearse y a diferenciarse, encima cuando te despistabas se iba Carod-Rovira a ver a ETA… un desastre, vamos, del que sólo se les ocurrió tratar de salir poniendo a todo el mundo en tensión patriótica. Vamos a hacer un Estatut.
Entre todos hicieron lo que se le vendió a la gente como el paso del Estatut a pedales al Estatut 2.0. Como el definitivo arrinconamiento de todos los miedos y complejos. Por desgracia si te sentabas a leerlo la realidad era muy otra. Les había salido un texto kafkiano, un Estatut de Frankenstein. En las junturas se veían unos puntos muy negros y muy feos. Aquí decimos que Catalunya es una nació y que ay quien nos lo discuta. Allí que esto era broma porque sólo consta en el preámbulo, y que en el fondo ya sabemos que somos España, pero no nos gusta que nos lo recuerden. Más adelante que somos la primera y única autoridad en esto y en lo otro. Luego admitimos que eso habrá que retocarlo en el marco constitucional vigente. Etc’.
Esta mujer es muy sensata, me gusta desde hace tiempo.
Sabias palabras de una gran periodista, mas personas como ella harían falta en Cataluña, desde luego todo lo que dice es de sentido común, lo cual me entristece, ya que me indica que aquí en Cataluña hay mucha gente con “poco sentido común”